Page 55 - El toque de Midas
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apenas  por  arriba  de  los  70  golpes?  No  a  muchos,  pero  seguramente  conoces  a  un  par.  Lo  más
  probable es que esas personas tengan una habilidad natural y vayan al campo de golf varias veces a
  la semana, pero lo que los separa de los profesionales es el enfoque. Los golfistas profesionales

  tienen  tanto  enfoque  que,  cuando  se  están  alistando  para  golpear  la  pelota,  pueden  visualizar
  mentalmente cómo se eleva. Con frecuencia, cuando potean, incluso “ven” en el green la línea que se
  traza entre el hoyo y la pelota, a pesar de que dicha línea sólo está en sus mentes. La diferencia entre
  los golfistas aficionados y los profesionales es la habilidad de estos últimos para que la pelota real

  describa lo mismo que la pelota que aparece en la visión del golfista cuando la ve elevarse o rodar
  hasta  un hoyo. Los empresarios deben desarrollar ese mismo poder de enfoque en el juego de los
  negocios.
        El  dedo  índice  es  el  más  cercano  al  pulgar  por  una  razón:  necesita  la  fuerza  emocional  del

  pulgar para maximizar su poder. El pulgar brinda a los empresarios la fuerza para mantenerse de pie.
  El  dedo  índice  los  mantiene  enfocados  en  consolidar  una  visión.  La  gente  que  tiene  visión  pero
  carece  de  la  fuerza  del  pulgar,  no  logra  sus  objetivos.  Además,  tener  visión  sin  respaldo,  sólo
  conduce a sueños, ilusiones e, incluso, alucinaciones. Seguramente conoces personas que han caído

  en esto.


  ¿En dónde está tu enfoque?

  La  escuela  es  el  lugar  ideal  para  enseñarnos  a  participar  en  el  mundo  real  como  empleados.  De
  hecho,  los  chicos  asisten  a  la  escuela  para  que  el  sistema  los  programe  y  les  enseñe  que  deben
  enfocarse en obtener un trabajo en cuanto salgan de la preparatoria o la universidad. Por eso muchos

  padres dicen a sus hijos: “Debes estudiar para que después consigas un empleo bien pagado”. O tal
  vez  los  maestros  les  advierten:  “Si  no  sacas  buenas  calificaciones,  no  tendrás  un  buen  empleo”.
  Incluso llegamos a verlo y escucharlo en los medios de comunicación. Por eso muchas personas se
  enfocan en llegar a ser empleados: enfermeras, policías o ejecutivos en alguna empresa. Algunos

  estudiantes con las mejores calificaciones eligen carreras muy bien pagadas, como medicina, leyes,
  ingeniería o contabilidad. Sin embargo, la idea de tomar otro camino ni siquiera les cruza por la
  cabeza porque, a menos de que sus padres u otros miembros de la familia sean empresarios, muy
  pocos se enteran de que esa opción existe. Sencillamente no piensan en ella.

        El Cuadrante del flujo de efectivo redefine el enfoque de la gente:
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