Page 68 - El toque de Midas
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mascarilla, perdiste el enfoque y… nos mataste a todos.”
Lección aprendida. Durante el vuelo final con ese mismo instructor, no importó cuán duro me
golpeó con el bate de plástico, yo mantuve el enfoque todo el trayecto hasta que di en el blanco
y lo destruí con cuatro misiles y una ametralladora, antes de remontar el vuelo.
El juego había cambiado de la misma manera en que mudarse de cuadrante cambia todo para un
empresario. No es una transición fácil, de hecho, puede ser muy incómoda porque cada cuadrante
exige diferentes tipos de habilidades y equipos, más experiencia y un enfoque mayor. Cuando
abandones la seguridad del cuadrante E, debes mantener tu enfoque sin importar los embates. Si
sobrevives, continúa concentrado y, en el momento adecuado, esfuérzate por ingresar a los
cuadrantes D e I. Ahí encontrarás la riqueza, el éxito y el poder que muy pocos empresarios logran.
Lleva tiempo y es bastante difícil; muy pocos tienen éxito pero, si tú eres un empresario genuino,
¿qué otra cosa querrías hacer con tu vida?
Puntos a recordar | Acciones para llevar a cabo
La especialización no es buena. Puede ser que te hayas especializado demasiado y, si es el
caso, esfuérzate por involucrarte en más aspectos de los negocios y de la vida. No tienes
que aprender todo, sólo es necesario que te expongas a ellos. Trata de deshacerte de esa
tendencia a permanecer en tu zona de comodidad y no permitas que los detalles te abrumen.
Con frecuencia, mientras más tiempo permaneces en la escuela, más especializado te
vuelves. Aprendes más y más acerca de menos y menos temas. Libérate: involúcrate en
proyectos diversos, realiza trabajo voluntario y lleva a cabo todas las acciones necesarias
para expandir tus horizontes.
La actividad empresarial favorece a los generalistas. A medida que lees, ves, escuchas y
haces más, tu experiencia de vida se incrementa. Debes comenzar a pensar que, saber un
poco acerca de muchos temas, te puede favorecer.
Contrata a especialistas para que lleven a cabo las tareas. Tu trabajo es guiarlos. Utiliza el
Triángulo D-I como estructura base para organizar tu compañía y ejercer tu liderazgo.
Debes convertirte en un as en lo que se refiere a delegar trabajo dentro del triángulo para
que tú puedas llevar a cabo la labor de guiar la misión y al equipo.
Establece tus objetivos y apunta bien alto. Nunca podrás saber de lo que eres capaz hasta
que te enfoques en lograrlo. Pregúntate lo siguiente con honestidad: Si no tuvieras
obstáculos, ¿qué tan grande te gustaría llegar a ser? En este mundo tan conectado, ya todo
es posible si te enfocas y te das permiso de lograrlo.
Antes de establecer tu propia compañía, trata de adquirir experiencia. Trabaja para
aprender, no para ganar dinero, y estudia a las empresas que implementan el Triángulo D-I
de la mejor manera. Analiza por qué a veces las cosas funcionan, y por qué a veces no.