Page 72 - El toque de Midas
P. 72

negocio  en  una  marca  importante.  Padre  rico  no  quería  que  me  convirtiera  en  un  empresario
  mediocre.
        —¿Sabías  que  tan  sólo  el  nombre  de  Coca-Cola  vale  más  que  el  negocio  completo  de  la

  compañía?  Es  más  valioso  que  todo  el  equipo, los  bienes  raíces  y  los  sistemas  de  negocios
  combinados —dijo padre rico, esforzándose para que aprendiera bien la lección—. No importa a
  dónde vayas en el mundo, Coca-Cola sigue siendo una marca reconocida.
        —Entonces,  si  utilizo  un  Rolex  pirata,  ¿le  estoy  robando  a  Rolex?  ¿Es  eso  lo  que  tratas  de

  decir?
        Padre rico asintió diciendo:
        —Sí, y cada vez que le compras productos a la gente que le roba a Rolex, es como si dijeras:
  “Yo compro artículos robados. Además, robé el buen nombre de una compañía.” ¿Y quién quiere

  hacer negocios con alguien deshonesto, barato, artero y fraudulento?
        —Sólo  quienes  también  son  deshonestos,  baratos,  arteros  y  fraudulentos  —contesté  con
  reticencia.
        —Si te enteraras de que tu vecino, el que tiene varios autos de lujo y un bote, en realidad es un

  criminal, ¿cómo te sentirías?
        —Decepcionado —contesté—. Trataría de evitarlo.
        —Ése es el tipo de juicio que se hace en el mundo de los negocios todos los días —dijo padre
  rico—. La gente honesta no hace negocios con timadores. Tu reputación es el cimiento de tu marca y,

  por lo tanto, debes protegerla con tu vida. En los negocios, la reputación es más importante incluso
  que  el  negocio.  —Y  después  de  decir  eso,  padre  rico  extendió  su  mano  hacia  mí  con  la  palma
  mirando para arriba.
        Me quité el reloj y se lo entregué. Padre rico lo puso en el piso, colocó su zapato encima y lo

  hizo añicos. Y como sólo costaba cinco dólares, fue bastante sencillo. Entonces entendí.
        Eso sucedió hace muchos años. En la actualidad, las falsificaciones, las copias y los artículos
  piratas se encuentran por todos lados. Es un negocio de mega miles de millones de dólares. Incluso
  existen productos piratas en la industria farmacéutica, muchos de los cuales… ¡son verdaderamente

  peligrosos! ¿Puedes imaginar lo que debe sentirse perder un ser amado porque ingirió una medicina
  pirata pensando que era auténtica?
        En  todas  las  ciudades  importantes  del  mundo  hay,  por  lo  menos,  una  calle  donde  se  pueden
  encontrar  marcas  falsificadas  y  productos  piratas.  Por  ahí  puedes  comprar  bolsos  Louis  Vuitton,

  zapatos deportivos para baloncesto Nike, jeans Armani y gafas para sol de Prada: todos falsos.
        Los piratas también son empresarios sólo que, en lugar de crear sus propias marcas, roban las
  de alguien más. Mientras siga habiendo gente que compre este tipo de productos, seguirán existiendo
  los  piratas.  Si  los  clientes  fueran  honestos,  no  existiría  la  posibilidad  de  que  se  mercadearan

  productos pirata. Sólo la gente deshonesta vende artículos robados, sólo la gente deshonesta compra
  marcas robadas. La gente íntegra no hace eso.
        Mientras recogía los trozos de mi Rolex pirata, padre rico continuó con su lección me dijo:
        —Muy  pocos  empresarios  logran  convertir  su  negocio  en  una  marca.  Una  marca  es  algo

  invaluable. Es la promesa del empresario para sus clientes. Una verdadera marca comienza en el
  alma de su creador y se conecta con la del cliente. Más que una transacción, se trata de un vínculo.
  En muchos casos es casi como un romance, una dulce relación que puede durar años.
        —Si el alma del empresario es deshonesta, avariciosa o si sólo le importa el dinero del cliente,
   67   68   69   70   71   72   73   74   75   76   77