Page 151 - Donde termina el arco iris
P. 151

CECELIA AHERN                                                             Donde termina el Arco Iris
               ROSIE: En efecto. Pero ¿cómo has conseguido que Gary aceptara ir a clases de baile
                       contigo? ¡¿Lo amenazaste con matarle o algo por el estilo?!
               RUBY: Sí.
               ROSIE: Vaya. Pues espero que lo pase bien.
               RUBY: ¡No seas ridícula! Le parecerá horrible y me gritará durante semanas, pero al
                       menos   me   estará   hablando   otra   vez.   Bueno,   mejor   te   dejo.   Tengo   que
                       aprovechar la hora del almuerzo para comprarle unos leotardos y un par de
                       calentadores. Ya sé que en realidad no es obligatorio llevarlos, pero merecerá
                       la pena ver la cara que pone cuando me los saque del bolso.
               ROSIE: Eres una mujer malvada.
               RUBY: Gracias. Ahora busca trabajo. En un hotel. Después de tantos disparates en tu
                       vida, quiero que te conviertas en la empleada de hotel más exitosa del mundo
                       entero. No Más Contratiempos. ¿Me oyes?
               ROSIE: Alto y claro.



                     Querido Alex:
                     ¿Cuándo dejarás de hacerme el vacío? Debes comprender que no puedo tomar
               las decisiones que me dé la gana. También tengo que pensar en Katie. Para ella es
               importante saber quién es su padre. Tú deberías saber mejor que nadie lo que es
               velar por el bienestar de un hijo. Brian por fin se ha dado cuenta de que quiere
               ocuparse de Katie. Más vale tarde que nunca, como dices tú siempre.
                     Me parece que ya he dejado bastantes disculpas en tu contestador automático,
               pero ahora te escribo para darte las gracias. Gracias por brindarme tu apoyo tal como
               lo   has   venido   haciendo   a   lo   largo   de   los   años.   Por   encargarte   de   todos   los
               preparativos cuando yo era incapaz de pensar con claridad. Aquella semana mi
               mundo se vino abajo y todo lo que antes era estable y seguro se desmoronó y me
               cayó encima. No permitamos que tu desaprobación de mi decisión de quedarme en
               Irlanda enturbie nuestra amistad.
                     Quizá llegue un día en que podamos reunimos tal como planeamos cuando
               teníamos siete años. Soy muy afortunada al contar con un amigo como tú, Alex
               Stewart; eres el rayo de luna que siempre alumbra mi camino. No sé hasta qué punto
               era realista la promesa que nos hicimos de niños de que estaríamos uno al lado del
               otro para siempre, pero hemos seguido siendo amigos a través de los mares durante
               más de veinte años y eso, estoy convencida, tiene algo de hazaña.
                     Llevo toda la semana buscando trabajo. Mi intención era encontrar algo en un
               hotel, pero, sorpresa, sorpresa, según parece, como el verano ya ha comenzado, las
               hordas de estudiantes e inmigrantes más que dispuestos a trabajar por una miseria
               ya han ocupado todas las vacantes que habría para los próximos meses. De todas
               formas, el dinero que se gana en esos empleos en realidad no me bastaría para que
               Katie y yo levantáramos cabeza. Me sumaré al insufrible lamento de la Irlanda del
               siglo  XXI  coreando   el   «todo   está   muy   caro   últimamente».   Estoy   esperando   la
               respuesta del ayuntamiento sobre una vivienda, pero ya he pasado por esto antes y la
               lista de espera es muy larga.
                     Por desgracia alguien ha ocupado mi puesto en el Two Lakes Hotel. Brian se ha
               ofrecido a pagar la manutención de Katie, pero no quiero su dinero. Me las he
               arreglado sin él hasta ahora y lo último que quiero es su ayuda. Puede darle a Katie
               todo el dinero de bolsillo que le dicte su corazón, pero yo no voy a pedirle ni a
               exigirle ni un céntimo.
                     Comosellame no ha dado señales de vida de un tiempo a esta parte. Ese hombre
               tiene miedo hasta de su sombra, así que figúrate de mí. La semana pasada presenté la
               demanda de divorcio. Necesito que salga de mi vida para siempre. Le di mucho





                                                                                                    - 151 -
   146   147   148   149   150   151   152   153   154   155   156