Page 6 - CONFI RELATO. Filomeno en la escuela

“Filomeno en la escuela”

Fray Sandalio había llegado a Tomares por equivocación, porque unos

hombres de una aldea le contaron que en Tomares había un tesoro y un
monasterio donde sería bien recibido, y desde Toledo llegó caminando
con su burro Margarito.

Camila no se lo pensó y abrazó al Fraile porque era
muy cariñosa. Así, Sandalio muy extrañado le
preguntó:

- Oye, joven… ¿dónde estoy?

A lo que la ingeniosa Camila respondió:

- En un lugar mágico.

Fray Sandalio pensó que el buscado monasterio era aquel edificio y ni

siquiera leyó el cartel que anunciaba claramente que aquello era un
colegio llamado Infanta Leonor. Aquella palabra de Infanta le sonaba a
palacios o castillos y qué mejor sitio que bajo la sombra de aquel olivo
para descansar los cansados tobillos.

Mientras esto sucedía, Diego y Bonifacio, que eran algo protestones, se

arriesgaron a intentar salir del colegio escalando la pared, pero lo único
que consiguieron fue escuchar una conversación entre dos personas que

estaban en la calle y hablaban de un virus que estaba por todo el país
que había provocado una pandemia.

Volvieron a bajar de la pared y vieron a un perro con rabia, un perro que
había llegado al colegio y cuando los chicos lo vieron, gritaron y corrieron.

Algunos se escondieron en el comedor donde encontraron galletas para
perros, llamaron la atención del perro y Amador junto con Helena tiraron

la caja con las galletas fuera del colegio y el perro saltó la reja alejándose
para comer.

Después de todo ese alboroto Diego y Bonifacio contaron las noticias a
todos los amigos y se pusieron de acuerdo para permanecer allí en el

colegio, protegidos, lejos del virus que estaba por todas las calles.

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