Page 7 - CONFI RELATO. Filomeno en la escuela
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“Filomeno en la escuela”


                  En ese momento Camila apareció:


                      -  Aurelio  ven,  debes  ayudarme,  han  llegado  dos  nuevos  amigos  al

                         colegio se llaman Sandalio y Margarito.
                      -  Pues diles que pasen, ¿para qué me necesitan? (preguntó Aurelio).
                      -  Es que Margarito es un burro, y Fray Sandalio trae herramientas de

                         campesino (le aclaró Camila).
                      -  ¡Un  burro  en  el  colegio,  vamos  a  verlo!  (exclamó  alegremente

                         Aurelio, que era un amante de los animales).


                         AURELIO Y EL ESCORPIÓN



                  Todos  se  sentaron  en  círculo  alrededor  del  olivo,
                  para conocer a los dos nuevos amigos y se escuchó
                  un llanto. Aurelio levantó la cabeza y vio a Olimpia

                  llorando.  Se  dirigió  corriendo  hacia  ella  y  le
                  preguntó:


                      -  ¿Olimpia por qué lloras?


                  Olimpia, sin poder hablar muy bien entre llantos, le dijo:

                      -  Estoy muy triste y tengo miedo. ¿Qué pasará con nuestros amigos,

                         los alumnos del colegio?,  ¿nos quedaremos siempre solos?
                      -  ¡Claro  que  no!  Olimpia  siempre  hay  que  pensar  en  positivo  y

                         nuestros amigos son muy fuertes e inteligentes (respondió Aurelio
                         tratando de animar).


                  A Aurelio se le ocurrió una idea para mantenerlos entretenidos.


                      -  Chicos os voy a contar una historia que me pasó cuando tenía siete
                         años, comienza así…


                  “Un día, estaba caminando por el desierto con Patricio, Frank y Agustín,
                  cuando  inesperadamente  se  nos  cruzó  un  escorpión  de  cinco  metros.

                  Estaba muy nervioso, ¡medía más que los cuatro juntos! Tenía veneno
                  que salía por la punta del aguijón, que era súper grande. Se dirigió hacia

                  nosotros y nos quedamos paralizados.




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