Page 14 - Relatos y ocurrencias de un pueblo, ALTAGRACIA.
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Relatos y ocurrencias de un pueblo, ALTAGRACIA. | F. V. R.



                                           La historia apenas comienza…

                  Y
                              se armó aquel parrandón bajo el florido guayacán de “Mencho-Chalía”.


                              Fueron  llegando  graneaditos:  Jesús  el  de  “Chico  Goya”  con  su  guitarra  a

                              cuestas,  Eustacio  Marcano  (Tacho),  aquel  gendarme  venido  desde  Guaca
                  (estado Sucre), quien se nos quedara en el pueblo después de decidir unirse maritalmente a

                  Gladys, la de “Chica Rasse” con la que procreó una bella familia, ahí están sus hijas e hijos,

                  como evidencia inequívoca de aquella unión.

                         Tacho no vaciló en mandar a buscar su cuatro a casa de Juan Antonio Campos (Juan

                  Antonio  el  de  Medarda  Gómez).  Juan  Antonio  tenía  el  cuatro  de  Tacho  en  calidad  de

                  préstamo, ya que éste se lo había cedido hacía más de mes y medio y aún no se lo había
                  devuelto, así que Tacho vio la oportunidad de recuperar su viejo instrumento musical y así

                  participar  en  aquella  parranda  que  se  estaba  armando  bajo  el  frondoso  guayacán  de
                  “Mencho-Chalía”.


                         Juan Antonio devolvió el cuatro a su dueño, a la vez que hacía que Monchito, el de

                  Ysabel, fuera portador de las gracias a Tacho por el largo préstamo del cuatro.


                         __ “Dile a Tacho que muchísimas gracias y que perdone la tardanza”, instruyó Juan
                  Antonio a Monchito, el de Ysabel, comisionado esta vez en ir en procura del instrumento.


                         Tico Villarroel se apresuró en ir en busca de su par de maracas a su auto, el cual

                  desde  muy  temprano  de  ese  día  19  de  diciembre  estaba  aparcado  frente  a  la  casa  de
                  Domitila González. Ya con sus maracas en las manos, Tico entabla amena conversación

                  con los profesores Alfredo García y Germán Mata (Manso el de Chela); dialogaban bajo la
                  matica de guayacán que da sombra al frente de la casa que sirve de hogar a la familia Mata

                  Romero.


                         Las maracas estaban debajo  del  asiento de su carro y al lado del  par de maracas
                  destacaba la botella de escocés que Tico siempre cargaba consigo en su carro, a manera de



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