Page 13 - REVISTA VIDA Y SALUD Nro 6 SEPTIEMBRE 2023_Neat
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        y de las características de cada uno de los hijos,  que ponerse las pilas y cooperar: hacer de enfer-  cuando se lo permita (el bebé), y de la casa, y de
        analizará cuáles son las responsabilidades que  mero, de cantante de nanas, de cocinero y de la-  la comida, las compras, etc. En definitiva, compar-
        deben asumir, pero de una en una. Para esta ex-  vandero. Mamá y él tendrán que repartir cuidados  tir la carga”.
        perta no se pueden cambiar los hábitos de la  y crianza. He ahí un cuento sobre la cocrianza.        Isabel Cuesta es más conocida como Una
        noche a la mañana: “Porque si no, el niño o ado-    Desde Criar con Sentido Común el enfermero  Madre Molona, nombre de su blog que, actual-
        lescente puede colapsar y sentirse fracasado”,  de pediatría, padre de tres hijos, Armando Bastida  mente, es un referente en Educación Positiva. A
        añade. Una vez que se han establecido las tareas  nos cuenta qué es cocriar: “Una pareja que decide  través de sus formaciones ella y su marido ayudan
        que van a ser su responsabilidad hay que ir ha-  tener un bebé, que conviven bajo un mismo techo  a otros padres y educadores a mejorar sus rela-
        ciendo una labor de refuerzo que se prolonga en  y deciden repartirse las tareas más o menos al  ciones familiares a través de un enfoque positivo.
        el tiempo según va comprometiéndose en las la-   50%. Y esto no tiene por qué ser la mitad del  Isabel nos cuenta: “Lo normal es que si una de las
        bores establecidas, añade Álava.                 tiempo del niño con cada uno, o hacer la mitad de  partes asume el mando de los cuidados, y asume
           La complicidad de las familias con el resto de  las tareas del hogar cada uno, sino simplemente  todas las responsabilidades, la otra parte se aco-
        los entornos en los que se mueve al niño y el ado-  ser un equipo en el que más o menos, las tareas,  mode. Por eso es tan importante ser conscientes
        lescente es también un elemento a tener en  responsabilidades y obligaciones se reparten, de  y aprender a delegar y a soltar carga”. Es esencial
        cuenta para encauzar su irresponsabilidad. “Hay  manera que ambos cuidan del bebé y ambos cui-    renunciar a que todo se haga a nuestra manera y
        que trabajar de manera conjunta en la familia, pero  dan del hogar... y de alguna manera, así, uno  entender la familia como un equipo de verdad. Isa-
        no solo los padres, sino también el resto de fami-  cuida del otro, como pareja”. Armando considera  bel Cuesta considera que los hombres deberían
        liares o amigos, y el ámbito educativo”, afirma  que o se comparten esfuerzos o alguno de los  asumir su parte de responsabilidad porque los
        Álava. En el caso de la escuela, el diálogo entre  miembros acaba sufriendo. Y la mayoría de veces  hijos son de los dos, así como el resto de tareas.
        los progenitores y los docentes debe ser fluido  es el bebé, o es la madre, o son los dos, “porque  “Una buena fórmula para conseguirlo es llevar a
        para que si, por ejemplo, están trabajando la au-  los hombres, históricamente, son los que menos  cabo reuniones familiares para elaborar normas,
        tonomía en el aula, los padres trabajen en la  ven modificada su vida, sobre todo porque en los  repartir tareas, planificarse, resolver conflictos.
        misma dirección en casa. “Muchas veces, el  primeros meses, el bebé busca sobre todo a  Pero no de forma imperativa, no es una forma de
        adulto teme los efectos puedan tener sobre su hijo  mamá (y viceversa), y muchos hombres no dan el  control, sino un espacio para crear un clima de
        no llevar hechos los deberes o que olvide el estu-  paso necesario. El de estar ahí. El de no querer  cooperación, donde todos los miembros de la fa-
        che de lápices en casa. Lo único que sucederá es  perdérselo. El de hacer equipo: cuidar de mamá  milia aporten ideas y soluciones”, proponer la re-
        que aprenderá para próximas ocasiones. Ser res-  para que ella pueda cuidar del bebé. Y del bebé,  ferente en Educación Positiva.
        ponsable desde pequeño evitará las consecuen-
        cias de no hacer las cosas conforme van
        transitando hacia la edad adulta”, afirma esta ex-
        perta.

           Mejor hacerlo juntos:
           la crianza como equipo
           Mamá Robot es un álbum ilustrado de la edito-
        rial Edelvives que cuenta cómo una mami pasa la
        aspiradora, prepara la comida de sus dos niños,
        lee los cuentos y da mimos, además de atender
        al marido sin fallar nunca. En la espalda le cuelga
        una manivela y la mamá robot trabaja para todos
        menos para ella. Hasta que la robot decide po-
        nerse en huelga. Cuentan los niños “dice que le
        encantaría hacer deporte, retomar estudios, dis-
        poner de tiempo para ella”. Así que el padre tendrá






                                                            Ayuda en el hogar, el primer paso



                                                                1.- ENTRE 2 Y 3 AÑOS
                                                               Con estas edades, los niños ya pueden empezar a colaborar en algunas actividades sencillas. De esta
                                                            forma se irán acostumbrando desde pequeños a ayudar en casa: Llevar su ropa sucia a la cesta, recoger
                                                            los juguetes, tirar la basura a la papelera correspondiente, regar algunas plantas, comer solo y llevar los
                                                            platos si son de plástico, ayudar a limpiar los líquidos o comida que caiga al suelo.

                                                               2.- ENTRE 4 Y 6 AÑOS
                                                               A esta edad los niños ya tienen más altura y fuerza, y ya son más conscientes de todo lo que les rodea,
                                                            logrando ser, además, más autónomos, por lo tanto ya puede: Elegir su propia ropa y vestirse solos, dar
                                                            de comer y beber a las mascotas, poner y recoger la mesa, siempre con supervisión, ayudar a fregar los
                                                            platos, siempre con supervisión, peinarse y asearse solo, dejando claro qué puede y qué no usar, quitar
                                                            el polvo de su habitación y guardar sus juguetes.

                                                               3.- ENTRE 7 Y 10 AÑOS
                                                               Los niños de entre 7 y 10 años ya pueden llevar a cabo tareas aún más complejas, aunque aún nece-
                                                            sitarán supervisión adulta en determinadas actividades que requieran más detalle o carga.
                                                               Algunas tareas son: Hacer la cama solo, barrer y fregar el suelo, doblar la ropa y guardarla en el ar-
                                                            mario, cocinar platos sencillos con supervisión: Sandwiches, ensaladas, pasta, salchichas…, preparar su
                                                            mochila para el colegio y la ropa del cole, levantarse solo por la mañana y arreglarse.
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