Page 71 - Osho - El Equilibrio Cuerpo Mente_Lucid
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trabajo con ella. No necesita más trabajo. De lo contrario, todo el
mecanismo se rebelará; se hará ingobernable. Por eso, el cuerpo
dice: “No a la comida, no hay apetito”. No tener hambre es el
lenguaje del cuerpo, sólo un símbolo para ti. El cuerpo no puede
hablar verbalmente: no puede decir “¡Basta!”. Es un símbolo del
cuerpo: no hay apetito. El cuerpo dice:”¡No comas!”. Pero tienes
una mente, crees que debes comer al menos dos o tres veces al
día, de lo contrario te pondrás enfermo. Sigues engullendo y al no
tener apetito intentas crear uno falso. Condimentarás más la
comida para crear un falso apetito o irás a algún lugar donde
siempre te gusta comer. Intentas engañar al cuerpo, pero es una
tontería. Lo mismo pasa con el sueño.
Si te has quedado dormido y a las tres o las cuatro te
despiertas, quiere decir simplemente que el cuerpo está
descansado. El descanso del cuerpo ha terminado, ahora la mente
se pone a crear problemas. Aprovecha esa hora. Quédate en cama
en silencio; ¡disfruta del silencio de la noche! En lugar de inquietarte
porque se ha roto el sueño, disfruta el momento para meditar. No
hay necesidad de levantarse: quédate en la cama, descansa, pero
escucha… Los sonidos de la noche están presentes, el silencio de la
noche. Sueña el tráfico pero no hay gente; todo el mundo duerme. ¡
Es una maravilla! Estás solo –casi como si te encontraras en la
montaña- con la oscuridad y el ambiente tranquilizador de la
oscuridad. Disfrútalo y relájate en el disfrute.
¿Te das cuenta? De lo contrario vas a sentirte desdichado, al
ver que de nuevo se te ha interrumpido el sueño; mañana otra vez
estarás cansado y preocupado, tendrás tensiones, angustia y
ansiedad. Todas estas cosas no te dejarán volver a dormir.
Ten una actitud positiva, aprovecha el tiempo. Entra en
armonía con la noche, los sonidos de la noche, ¡disfrútalos! Son
inmensamente hermosos. De este modo no sabrás cuándo te has
quedado de nuevo dormido… pero eso es una consecuencia, sólo
puede ser una consecuencia. Cuando estás tan absorto escuchando
los sonidos de la noche, te quedarás dormido lentamente de nuevo;
no por voluntad propia, será sin tú quererlo.
No digo que tengas que meditar para poderte dormir, no. No
existe un “de modo que”, ni un “por tanto”. ¡Digo simplemente que
lo disfrutes! De pronto verás que ha venido el sueño. Pero que
llegue o no es lo de menos. Si viene, bien; si no viene, pues bien
también. Durante tres semanas haz esto y desaparecerá todo el
cansancio. Es algo de la mente. Desde muy de mañana tienes
metida la idea de que estás cansado. Naturalmente, lo estarás más
y más. Tendrás miedo de todo, de cada dificultad. Ya estás cansado,
por lo tanto si haces tal cosa estarás más cansado. Creas una
neurosis a tu alrededor.
Todo el mundo tiene necesidades diferentes respecto al sueño
y a la comida. Hay gente que duerme ocho horas, algunos necesitan
diez y otros sólo necesitan seis, mientras que otros pueden sólo