Page 77 - Osho - El Equilibrio Cuerpo Mente_Lucid
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comportamiento automático y mecánico. Entra dentro de su misma
naturaleza. Tú debes evitarlo.
Empieza desde hoy, reduce el ritmo a la mitad. Levántate
despacio, camina despacio. Eso también te aportará una mayor
percepción, porque al hacer algo muy despacio –por ejemplo mover
muy lentamente la mano- eres consciente de ella de un modo
mucho más intenso. Cuando la mueves de prisa lo haces
mecánicamente.
Si quieres reducir la marcha, estás obligado a hacerlo
conscientemente; no existe otra manera.
No es una cuestión de capacidad. Es simplemente una
cuestión de rapidez. Todo el mundo tiene su propio ritmo y uno
debería tener el que le corresponde. Es algo natural para ti, no tiene
nada que ver con la capacidad. Puedes desarrollar el suficiente
trabajo con un ritmo determinado, y creo que aun serás capaz de
hacer más. Una vez que alcanzas tu ritmo adecuado, eres capaz de
hacer mucho más.
No será algo febril, deberá ser algo calmado; entonces serás
capaz de hacer mucho más. Hay trabajadores lentos, pero la
lentitud tiene sus cualidades propias. De hecho, son mucho
mejores. Un trabajador rápido puede resultar cuantitativamente
bueno. Puede producir más, pero cualitativamente nunca puede ser
muy bueno. Un trabajador lento es cualitativamente más perfecto.
Toda su energía se mueve en una dimensión cualitativa. Puede que
la cantidad no sea mucha, pero al final ésta es lo de menos.
Sí puedes hacer pocas cosas, pero cosas realmente hermosas,
casi perfectas, podrás sentirte muy feliz y realizado. No hay
necesidad de hacer muchas cosas. Con que hagas una cosa que te
aporte una satisfacción total, será suficiente; tu vida estará
realizada. Puede que te pongas a hacer muchas cosas y nada te
satisfaga, que todo te produzca náuseas y asco. ¿Qué objetivo tiene
hacerlo? No existe un criterio determinado.
Hay que observar ciertos conceptos básicos. La naturaleza
humana como tal no existe. Existen tantas naturalezas humanas
como seres humanos, por lo que no hay un estándar. Hay
corredores rápidos, hay corredores lentos. No se puede comparar
porque ambos son distintos, ambos son únicos e individuales. No
debes preocuparte por esto. Todo es por culpa de la comparación.
Te das cuenta de que alguien está trabajando mucho y nunca se va
a la cama y tú, hagas lo que hagas, tendrás que irte a acostar;
luego te sientes mal y crees que tu capacidad no es toda la que
deberías tener.
¿Pero quién es ese señor y por qué vas a compararte con él?
Tú eres tú, es él. Si se le obliga a que haga las cosas lentamente,
puede que hasta acabe enfermo. Estará haciendo algo en contra de
su naturaleza. Lo que estás haciendo tú está en contra de la tuya;
por lo tanto, escúchala.
Siempre escucha al cuerpo. Él susurra, nunca grita, porque no