Page 102 - Deepak Chopra - Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo.
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            Recuerda   que  la  segunda  etapa  de  la  respuesta  al  estrés,  la  apreciación,  es  la  única  en  la  que
         puedes   dominar  la  reacción  de  tu  cuerpo.  Una  vez  que  hayas  interpretado  una  situación  como
         amenaza,   tu  cuerpo  experimentará  automáticamente  algún  tipo  de  reacción  al  estrés.  Por  eso  es
         importante verificar tus interpretaciones. Generalmente, las antiguas no siguen siendo válidas fuera
         de la situación originaria. Sólo puedes acabar con el estrés percibiendo su fin. Queda mucho por decir
         sobre cómo lograr esto, pero en mi propia vida trato de encarar cada situación tensa con la intención
         de desactivar su amenaza en mí mismo. Estos cinco pasos me han sido de inmensa ayuda:

            1.  Cobra  conciencia  de  que  tienes  una  interpretación.  En  una  situación  conflictiva,  trato  de
                decirme que mi punto de vista es limitado; yo no soy el dueño de la verdad.
            2.  Deja a un lado tu antigua posición mental. Cuando me siento tenso, tomo esto como señal de
                que me aferró demasiado a mi punto de vista.
            3.  Observa las cosas desde una nueva perspectiva. Yo me concentro en las sensaciones de mi
                cuerpo; al hacerlo, mi mente siempre comienza a ver las cosas de modo algo diferente.
            4.  Evalúa tu interpretación para ver si todavía es válida.
            5.  Concéntrate en el proceso, no en el resultado. Siempre surgirán tensiones si te concentras en
                el fin que debes obtener. Es el inconveniente de pensar que los acontecimientos pueden ser
                controlados u obligados a terminar de modo previsible. Para superar esta tendencia a imponer
                un falso control, me recuerdo que no necesito saber adonde voy para disfrutar del camino que
                recorro.

            Cuando   sigo  estos  cinco  pasos,  se  disuelven  muy  pronto  esos  fastidios  cotidianos  que  crean
         tensiones  inadecuadas.   Trato  de  ser  tolerante  conmigo  mismo;  a  veces  alguna  situación  pulsa
         demasiados    botones  y  la  respuesta  al  estrés  comienza  antes  de  que  yo  me  dé  cuenta.  En  esos
         casos, la única solución sensata es dejarse llevar; el cuerpo no aflojará sus tensiones sino cuando la
         reacción haya completado su curso.
            El ejercicio consiste en leer estos cinco pasos y pensar en ellos para cambiar tus interpretaciones;
         luego  debes  aplicarlos.  Al  principio  deberías  aplicar  estas  técnicas  a  un  suceso  preocupante  de  tu
         pasado. Piensa en alguien que te haya herido mucho y a quien no puedas perdonar. Los cinco pasos
         pueden llevarte a este tipo de razonamiento:

            1.  Me siento herido, pero eso no significa que la otra persona fuera mala o quisiera hacerme daño.
                No conoce todo mi pasado, como yo no conozco el suyo. Siempre hay otra cara de la situación
                pese a mi dolor.
            2.  No  es  la  primera  vez  que  me  hieren  así;  por  lo  tanto,  tal  vez  me  apresuré  al  juzgar  este
                incidente. Debo ver cada cosa como es.
            3.  No  necesito  verme  como  víctima.  ¿Cuándo  fue  la  última  vez  que  me  encontré  en  la  misma
                situación, pero en el lado opuesto? ¿No me sentí bastante envuelto en mis propios motivos?
                ¿Acaso di a los sentimientos ajenos más importancia de la que dieron esta vez a los míos?
            4.  Olvidemos un segundo mis sentimientos. ¿Qué sintió esa otra persona? Tal vez sólo perdió el
                control, o quizás estaba tan absorto en su propio mundo que no se dio cuenta de que me hería.
            5.  Este  incidente  me  puede  ser  útil.  En  realidad,  no  me  interesa  criticar  a  esa  persona  ni
                desquitarme. Quiero descubrir el tipo de cosas que me hacen sentir amenazado. Cuanto más
                pienso  en  eso,  más  me  parece  una  oportunidad  de  aceptar  la  responsabilidad  por  lo  que
                siento. Eso me hará más fácil el perdonar, puesto que quien me enseña algo sobre mí mismo
                merece mi agradecimiento.

            Cuando   empiezas   a  adquirir  la  costumbre  de  examinar  tus  antiguas  interpretaciones  así,  a
         conciencia  y  con  cuidado,  creas  un  espacio  para  momentos  espontáneos  de  libertad.  Son  los
         momentos en que tu antigua posición mental se despeja en un destello de penetración psicológica.
         Con ese destello viene una sensación de revelación, porque estás mirando la realidad misma, no un
         reflejo  de  tu  pasado.  Las  cosas  más  valiosas  de  la  vida  (el  amor,  la  compasión,  la  belleza,  la
         inspiración)  deben  venir  espontáneamente  a  nosotros.  Sólo  podemos  prepararles  el  camino  (un
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