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DPCC 2º Secundaria
En el Perú se han hecho algunos avances para afrontar el problema de la violencia, concentrándose sobre todo en lo
más mediático. Empezando por la violencia hacia la mujer, el Estado Peruano promulgó la Ley 30364 (2015), “Ley
para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar”, incluyendo
la guía de procedimientos para la intervención de la Policía Nacional del Perú, la asignación de Fiscales provinciales
penales en todo el territorio nacional para un mejor manejo de los casos de feminicidio, la creación de la Comisión de
Justicia de Género y el Plan Nacional de Capacitación a Jueces, en relación a la justicia con enfoque de género.
Ante la severa problemática, además se ha puesto en marcha el Plan Nacional contra la Violencia de Género 2016 -
2021 liderado por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables en colaboración con el Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos, Ministerio de Salud, Ministerio del Interior, Ministerio de Educación, Ministerio de Desarrollo e
Inclusión Social, Ministerio de Cultura, Ministerio de Economía y Finanzas, Poder Judicial, Ministerio Público y
Defensoría del Pueblo. Este Plan incluye varias líneas estratégicas en la formación de colectivos de hombres por la
igualdad, lideresas y líderes comunitarios promotores de la No violencia y empoderamiento en habilidades, toma de
decisiones e independencia económica en mujeres víctimas de violencia.
Respecto a la violencia hacia los niños existe la Ley 30403 (2015), “Ley que prohíbe el uso del castigo físico y
humillante contra los niños, niñas y adolescentes”, esta medida busca promover la crianza positiva y evitar el uso
de la violencia como mecanismo correctivo. De otra parte, en el ámbito educativo se promulgó la Ley 29719 (2011)
“Ley que promueve la convivencia sin violencia en las instituciones educativas”, cuya finalidad es la promoción del
buen trato y cultura libre de violencia. Pese a la existencia de estas normativas legales,
aún la violencia sigue formando parte de nuestra vida cotidiana. Podemos revisar el observatorio nacional de la
violencia y ver que las estadísticas siguen siendo desalentadoras.
En definitiva, cabe señalar que estamos frente a un problema multidimensional, que ha alcanzado niveles macro en
nuestra sociedad por lo cual las estrategias para enfrentarlo necesitan ser intersectoriales y multidisciplinarias.
Además, deben ser abordadas desde diferentes enfoques y niveles, combinando los esfuerzos de todos los actores
en nuestra sociedad. Ante esta realidad la pregunta obvia es: ¿Qué podemos hacer para enfrentar la violencia?
¿Por qué eliminar todo tipo de violencia?
Ante la violencia que vivimos actualmente, a muchas personas les parecería que hablar de paz es un ideal difícil de
alcanzar. Sin embargo, otra forma de ver la situación es considerar urgente y pertinente comenzar a pensar y
actuar para la paz por el bien de nuestro país.
Es importante no confundir violencia y conflicto. El conflicto es una contraposición de intereses y necesidades, es
tener diferentes puntos de vista, y puede ser favorable si se resuelve sin violencia. En cambio, la violencia deja
pérdidas, puede tener varias manifestaciones, pero todas tienen en común el abuso de poder y se origina por un
conflicto malentendido.
Para que exista la violencia se necesita pensar o sentir que es válido y aceptable lo que hacemos, es decir, para que
una persona tenga una conducta violenta, por ejemplo, insultar o dañar a otro, se requiere una cultura que acepte
el abuso de poder, en otras palabras, que le dé permiso de hacerlo.
Algunos ejemplos son las situaciones en las que se permite que el hombre golpee a su esposa porque cree que ella
es de su propiedad, y porque es algo que muchos maridos hacen. Este tipo de escenarios tal vez no sean tan
evidentes, pero desafortunadamente se repiten; sin embargo, si nos esforzamos un poco, podremos detectar estas
formas de violencia a nuestro alrededor y en nuestra vida diaria.
La violencia no se resolverá sólo prohibiendo y castigando a los que la ejercen, sino reconstruyendo nuestra cultura
y generando nuevas ideas y normas centradas en la paz y no en la violencia, que guían nuestra conducta.
Por ello, es de vital importancia educar a nuestra sociedad para generar una cultura de paz que permita tener una
comunidad en donde exista equidad y todas las personas sean tomadas en cuenta.
DESARROLLANDO EN CLASE 1:
1. Trata de identificar por lo menos tres situaciones en las que hayas sido víctima de violencia. Ahora recuerda y
responde las preguntas en tu cuaderno:
A. ¿dónde sucedieron?
B. ¿quiénes la protagonizaron?
C. ¿cuál era el conflicto que estaba en juego en esa situación?
D. ¿qué sentiste en cada una de esas situaciones?
E. ¿cuál fue tu respuesta entonces?
F. ¿fue impulsiva o no?, ¿por qué?
G. ¿cómo actuarías ahora?
Compendio -178-