Page 39 - ESPERANZA PARA UN MUNDO EN CRISIS
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Un equipo de protección poderoso          35


                   El salmista declara: “El Señor tan solo habló, y los cielos fueron creados.
                   Sopló la palabra, y nacieron todas las estrellas. [...] Pues cuando habló, el
                   mundo comenzó a existir; apareció por orden del Señor” (Salmo 33:6, 9).
                      La palabra de Dios tiene el poder de crear. Cuando Dios habla, trae
                   a la existencia lo que ha declarado, porque su palabra es poderosa. La
                   palabra audible que viene de la boca de Dios crea materia tangible. El
                   apóstol Pablo afirmó una verdad extraordinaria al comentar sobre la
                   forma en que Abraham y Sara tuvieron un hijo en su vejez: “Dios [...]
                   crea cosas nuevas de la nada” (Romanos 4:17). Incluso antes de que Sara
                   concibiera su hijo, Dios había declarado que quedaría embarazada. Este
                   pronunciamiento divino se hizo realidad porque la palabra de Dios tiene
                   el poder de hacer lo que él declara.
                      Esta maravillosa verdad es capaz de transformar la vida. El poder
                   creador de la palabra hablada de Dios  está en  su Palabra escrita, la
                   Biblia. El poder de la Palabra trae luz a las mentes oscuras. El poder de la
                   Palabra apaga las almas sedientas y alimenta los corazones hambrientos.
                   Recrea el alma a imagen de Dios. Nos fortalece en la batalla entre el bien
                   y el mal. Cuando Jesús fue tentado en el desierto, se enfrentó a Satanás
                   directamente con  las  palabras: “Escrito está:  ‘No solo  de  pan vive  el
                   hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’ ” (S. Mateo
                   4:4). La Biblia nutre nuestra alma. Sus enseñanzas satisfacen nuestros
                   anhelos más profundos. Así como el cuerpo es sustentado, satisfecho y
                   fortalecido por alimentos saludables y nutritivos, nuestra alma es sus-
                   tentada, satisfecha y fortalecida por la Palabra de Dios.
                      Esto nos lleva a otra pregunta vital: la Biblia ¿es simplemente un libro
                   inspirador o es un libro divinamente inspirado, que Dios mismo nos dio?
                   Si la Biblia es la revelación de Dios para toda la humanidad, descuidar
                   sus enseñanzas nos pone en peligro de pérdidas eternas. Si la Biblia es
                   simplemente un documento humano inspirador, entonces tendría poco
                   poder para transformar radicalmente nuestra vida. Entonces, la pregun-
                   ta sobre la inspiración de la Biblia es de crucial importancia. De hecho,
                   puede ser una cuestión de vida o muerte. Consideremos las evidencias.
                   La inspiración de la Biblia
                      El sol tórrido en Palestina golpeaba sin piedad al joven árabe que
                   cuidaba a sus pocas ovejas en una remota región del Mar Muerto. Era
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