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Artículos
La vitalidad y el humanismo de la poética acudieron representantes de todo el ámbito
de Demetrio Quiroz Malca (1924-1992) son cons- nacional y dieron un impulso grande al co-
tantes en Del mundo en que vivimos (1990): «Y nocimiento y discusión de autores y obras, así
porque la vida es una pregunta / interminable / como a la investigación y creación literarias.
o un perfecto sueño, vivo. // Y porque sus latidos Luzmán Salas publicaría la Antología de la lite-
fulguran / en el espíritu de las cosas / como en el ratura infantil cajamarquina (1981), y el poeta
prodigio, vivo». Ricardo Cabanillas escribiría Fábulas del arco
Aunque sin pretender poseer la verdad, iris (1993). Cabe anotar que la tradición de lite-
para Elqui Burgos (1946), poeta vinculado a la ratura infantil cajamarquina se remonta a fi nes
recordada revista Estación reunida, la poesía y del siglo XIX, pero es en las últimas décadas del
el amor pueden restablecer la armonía del mun- siglo cuando deviene en un ejercicio compar-
do que inventamos con las palabras, a pesar del tido por varios autores que sería largo mencio-
asomo de la muerte. Así, dice en Sublimando al nar. Sin embargo, las obras de Jorge Díaz He-
impostor (1985): «… temblándome las manos ori- rrera (1941) dirigidas al público infantil, como
nándome en los pantalones / cogí mis ojos / arro- los cuentos de Parque de las leyendas (1975),
jé mi alma / y como alma que han sido las más reconocidas.
huye del diablo / alejándome de Díaz Herrera es, además, au-
mis iguales / corrí / corrí / corrí / tor de la celebrada novela La
a esconderme en las cloacas / agonía del inmortal (1984), diri-
sin el menor deseo de ser / eso gida a un público adulto.
que llaman / rey de la creación». También se formaron
Por otro lado, el cultivo de la grupos literarios alrededor de
poesía social y obrera tiene en la Universidad, como Trinchera
Diómedes Morales Salazar (1956) Mágica, integrado por Manuel
un buen representante. Él es au- Ibáñez, Santiago Aguilar, Ricar-
tor de Perdurancias (1996), al do Ravines, Margot Centurión y
que pertenece este fragmento: Rodolfo Pereira a fi nes de los se-
«El sudor es el principio / del es- senta. Entre ellos, es destacable
fuerzo comunal / barrendero del la excelente labor de difusión
dolor / tienes que apurar». literaria y cultural que cumplió el
poeta y cuentista Manuel Ibá-
7. ENCUENTROS UNIVERSITARIOS ñez Rosazza (1940-1990), autor
del poemario Piedras de Cajamarca (1976), en-
En 1962 comenzó a funcionar la Universidad Téc- tre otros con sabor local.
nica de Cajamarca, concretando el gran anhe- En los setenta se consolidaron las rondas
lo de los estudiantes del norte peruano que in- campesinas en Cajamarca, región que, ade-
gresaron a sus facultades. Desde entonces y en más, fue escenario de una serie de confl ictos 49
las décadas siguientes, la institución se convirtió sociales, los cuales continuaron en los ochenta
en el alma de la vida cajamarquina. La Facul- con los enfrentamientos políticos relacionados
tad de Educación contribuyó a llenar el vacío con el retorno del Perú a la democracia y con
cultural junto con la Escuela Normal, la Casa de los años del terrorismo, coyunturas que las co-
la Cultura, la Asociación de Artistas Afi cionados plas populares refl ejaron mejor que la literatura
y otras organizaciones, entre ellas varias femeni- escrita. Por aquellos años aparecieron los grupos
nas, que consolidaron vínculos con intelectuales poéticos Raíz Cúbica, con Bethoven Medina y
nacionales y con grupos culturales del norte Fransiles Gallardo, así como la fi lial del grupo
peruano. Varios grupos de teatro también parti- chimbotano Isla Blanca, con Gonzalo Pantigoso,
ciparían en esta eclosión cultural, como Anteo, y el Grupo de Trabajo Río, con William Guillén,
Kantakiskiwa, TADO y Algovipasa’r. El dramatur- Martín Rojas, Rogelio Chávez y el editor Este-
go Gregor Díaz (1933-2001), autor de La huelga ban Quiroz (Lluvia Editores). Todos estos grupos
(1971), ocupa un lugar preminente entre los au- universitarios refl ejaron en sus publicaciones los
tores del teatro social peruano. cambios generacionales, las lecturas de autores
En 1971, Cajamarca fue sede del II En- extranjeros y la asimilación de las tendencias de
cuentro de Narradores Peruanos, y en 1983, las llamadas generaciones del cincuenta y se-
del II Encuentro de Literatura Infantil, a los que senta de la literatura peruana.