Page 186 - Biografia
P. 186
Yo Beto: Una Historia Chévere para contar
ángeles trataban de decirle a poncha, (madre de Patricia y suegra de
Benjamín), a la negra y a mis hijos: “Oigan, porque no escuchan a Jorge (o sea yo),
para saber qué fue lo que le paso…?”. Tengo el honor y el agrado, de ser el padrino
de matrimonio de este feliz hogar, que han formado Patricia y Benjamín, afortunada-
mente estos ángeles, mis ahijados, actúan conmigo como debe ser, con cariño, respeto
y total apoyo.
En la actualidad, a estos dos ángeles los llevo en el corazón, ya que han escuchado
mis razones y poco a poco se han aclarado muchas cosas que, por mala comunicación y
muchos prejuicios entre nosotros, estaban tergiversadas. Hoy, que bendito sea mi Dios,
mi vida ha dado un vuelco total para bien, estos dos ángeles, han estado muy pendien-
tes de mi, y siempre me han dicho: “Envejezca con tranquilidad, con paz interior,
que siempre contara con el apoyo incondicional y el respaldo moral, para que lo
malo que le paso, lo deje atrás, cuente con nuestro cariño y afecto, no está solo”
Para ellos, un millón de gracias, por comprenderme y aceptarme como soy, los quiero
y respeto mucho, nuevamente gracias…!
…MAS ÁNGELES…!
Pero hubo mas ángeles, cuya ayuda también fue importantísima durante estos mo-
mentos críticos que, aunque por su estilo de vida agitado o por su trabajo, me ayudaron,
pero no como ellos hubieran querido hacerlo por sus ocupaciones. De todas maneras,
estos ángeles que voy a nombrar, iban apareciendo en el momento oportuno y también
fueron importantes en la construcción de mi nueva vida.
Fueron personas que nunca se cambiaron de acera cuando me veían venir, nunca
me sacaron el jopo cuando yo estaba mal vestido, sin afeitar, con hambre y desespera-
do, nunca criticaron mis actuaciones y si lo hicieron, fue con mucho tacto y respeto, sin
juzgar. Fueron mis amigos y amigas de verdad, siempre existió en sus labios un: “Que
te pasa Beto…?, te puedo ayudar en algo…?” o un, “A ti te pasa algo, cierto…?”, o
“Ya almorzó Jorge…?”, o “Jorgito, que necesitas, te acompaño…?”.
Siempre recibí de ellos un “pa’lante Beto”, o un “pa’lante Jorge que, con la ayuda
de Dios, sale de esta, siempre cuente conmigo”. Para ellos, abrazos de amistad y
reconocimiento eterno por su ayuda. Cada uno de ellos tiene su historia conmigo, cuan-
do desee, se la cuento, sino, dejemos así ahijadito. En caso de que me quede alguno
por fuera, por favor discúlpenme, pero ya es por el efecto alemán, hijo del Alzheimer,
bueno… empecemos:
Gustavo Cristancho y Yolanda, Gonzalo Puentes, Jaime Romero, Hernando Polanía,
Arturo Urrutia, Henry Camro, Juan Manuel Bejarano, Manuel Rubiano, Carlos, Lucho
186