Page 32 - LOS PROTOCOLOS DE LOS SABIOS DE SION
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ejecución  de  sus  planes,  sin  fijarse  siquiera  en  que  esos  planes  no  se  deben  a  su
              iniciativa, sino que les fueron sugeridos por nosotros.

              Los Gentiles entran en las logias por curiosidad, o si no, con la esperanza de que ello les
              sirva para poder obtener un puesto en el banquete del presupuesto público; algunos, para
              tener oportunidad de poder expresar públicamente sus sueños irrealizables que no pasan
              de  desvaríos;  están  sedientos  de  la  emoción  que  produce  el  éxito,  y  acarrean  los
              aplausos,  cosas  de  que  nunca  nos  mostramos  parcos  ni  avaros.  También  les
              proporcionamos éxitos, para aprovecharnos de la satisfacción que sienten de sí mismos,
              la  que  a  la  vez  nos  proporciona  la  facilidad  de  que  estos  hombres  acepten  nuestras
              sugestiones sin recelo ni precaución alguna y enteramente convencidos de que expresan
              sus propias ideas y de que son incapaces de apropiarse las de otros...

              No podéis imaginaros cómo se puede llevar a los Gentiles más inteligentes hasta la más
              inconsciente  simplicidad  a  condición  de  dejarlos  satisfechos  de  sí  mismos  y  al  mismo
              tiempo, cuan fácil es desanimarlos con el más insignificante fracaso, aunque no sea sino
              negándoles el aplauso, y lo fácil que es someterlos a la más servil obediencia a fin de
              obtener un nuevo éxito...

              Mientras los nuestros tienen en poco el éxito con tal que logren realizar sus designios, los
              Gentiles están prontos a sacrificar todos sus proyectos a cambio de un éxito ruidoso. Esta
              psicología  nos facilita notablemente el trabajo  de  dirigirlos.  Tigres  en  apariencia,  tienen
              almas de cordero y sus cabezas están completamente vacías.

              Les  hemos  dado  como  distintivo  bufonesco  el  sueño  o  desvarío  de  la  absorción  de  la
              individualidad  humana  por  la  unidad  simbólica  del  colectivismo;  y  ellos  no  han
              comprendido,  ni  comprenderán  en  mucho  tiempo,  que  esta  bufonada  es  una  violación
              evidente de la más importante de las leyes de la naturaleza, que creó después del primer
              día de la creación, cada ser distinto de los demás, precisamente para que su distinción
              afirmara su individualidad.

              El  que  nosotros  hayamos  podido  inducirlos  a  aceptar  ciegamente  esta  necedad  ¿no
              prueba con evidencia palpable hasta qué punto su inteligencia es inferior a la nuestra?
              Esta circunstancia es la principal garantía de nuestros éxitos. ¡Con qué claridad vieron las
              cosas nuestros sabios al decir que para llegar a nuestro fin no debíamos detenernos ante
              los medios ni contar el número de víctimas sacrificadas!

              ¡NOSOTROS  NO  HEMOS  CONTADO  A  LOS  IMBÉCILES  GENTILES  Y  AUNQUE
              HAYAMOS  SACRIFICADO  A  MUCHOS  DE  LOS  NUESTROS,  HEMOS  DADO  SOBRE
              ESTA TIERRA A NUESTRO PUEBLO UN PODER QUE JAMÁS SE HABRÍA ATREVIDO
              A SOÑAR!

              Las víctimas, relativamente pocas de los nuestros, lo han salvado de su ruina. La muerte
              es el fin inevitable de todos. Mejor es acelerar el fin de aquellos que ponen obstáculos a
              nuestra obra, que no el de nosotros que somos los que a esa obra hemos dado el ser.

              A los Francmasones les damos muerte de manera que nadie, excepto sus hermanos, ni
              aun las mismas víctimas, pueden sospechar de su condenación; todos mueren, cuando
              es necesario, como de una enfermedad natural... Sabiendo esto, ni la hermandad misma
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