Page 299 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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288          Parte III.— Textos: Tohfa^9^J0
        en prueba de amor hacia El, a fin de que  el corazón quede vacío de
        las imágenes de la fantasía y se ocupe sólo en la contemplación.
               CAPITULO 9.° DE LAS CUALIDADES DEL NOVICIO
                                              a
          Veinte son las condiciones que debe reunir el novicio:  1.  , la peni-
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        tencia; 2.  , el ascetismo, o sea el abandono de los bienes mundanales,
        pocos o muchos; 3.", la desnudez, o sea cortar los lazos todos que le
                                                  a
        ligan al mundo, de modo que el corazón no se ocupe ya en ellos; 4.  , la
        profesión de fe ortodoxa, es decir, que siga la doctrina dogmática de
        los antiguos doctores, exenta de las innovaciones heréticas de los xües,
        motáziles y chabaries (1) y de todo fanatismo de escuela y afición a la
               a                     a
       polémica; 5.  , sea puro, manso y deferente; 6.  , envuelva su cuerpo en
       el alquicel y con la capucha; 7.", obre con resolución firme y constan-
       cia, es decir, sea paciente y esforzado en la práctica de la virtud, re-
       frenando  el apetito sensitivo con  la brida del combate ascético, sin
       conceder jamás a la concupiscencia lo que ésta le pida, sino haciendo
                             a
        lo contrario de lo que le dicte; 8.  , la fortaleza de ánimo, es decir, que
       sea valeroso, enérgico, resistente y hábil para burlar las asechanzas
       de la concupiscencia y no dejarse extraviar por las sugestiones del de-
       monio, de los hombres o de los genios  .9. a  la generosidad, es decir,
                                   ,
       que sea liberal y dadivoso, no ambicioso ni tampoco de los que echan
                            a
       en cara los favores hechos; 10.  , la caballerosidad, es decir, que sea
       tan magnánimo y caritativo, que esté dispuesto no sólo a otorgar es-
       pontáneamente al prójimo lo que en justicia le es debido, sino hasta a
                                  a
       ceder también de su propio derecho; 11.  , la sinceridad, es decir, que
       con sincera intención se adhiera totalmente a Dios y se desprenda de
                  a , la instrucción religiosa, o sea, que [10] conozca bien
       las criaturas; 12.
       así los preceptos como los consejos supererogatorios y todo lo que le
       es necesario para cumplir cuanto la ley divina impone, no sólo sus
       principios generales,  si que también los casos particulares de la mo-
            a
       ral;  13.  ,  la esperanza, que consiste en confiar en la gracia de Dios
         (1)  Sobre  el ideario de estas sectas teológicas,  cfr. Asín, Algazcl, Dog-
       mática, moral y ascética,  12, y El justo medio en la creencia, passim.
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