Page 300 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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que le otorgará llegar a la estabilidad en un grado de perfección, sin
dejarse extraviar por la desolación espiritual ante el combate ascético,
ni contentarse con un grado ínfimo de perfección, ni ocurrirle jamás la
idea de que no haya de lograr acercarse a Dios y llegar hasta El, sino
que, por el contrario, sinceramente aspire a alcanzar los más altos es-
a
tados y moradas; 14. , la abnegación, o sea, que se arroje en los ma-
res del combate ascético, sin hacer caso de que le digan o le dejen
de decir, de si hace o no caso de lo que le dicen, de si le rechazan o lo
a
admiten, de si le odian o le quieren; 15. , la discreción, es decir, que
sea prudente, perfecto y manso; que se tenga por cosa vil, baja y des-
preciable; que guarde regla y compostura, así al moverse como al es-
a
tarse quieto; 16. , la educación, es decir, que observe las normas de
la cortesía, así con Dios, como con su director espiritual, sin revelar
jamás a nadie el secreto de su conciencia más que a él, ni querer nun-
ca nada por su propia voluntad, sino por la del director, sin levantarle
la voz ni contradecirle, sin contarle a nadie sus relaciones espirituales
con él, y guardando su lengua de burlas que lo ridiculicen; 17. a , el
buen carácter, es decir, que tenga siempre buen humor y alma sana,
exenta de orgullo y suspicacia, libre de toda ambición y vanagloria,
a
refractaria a rivalidades y malas artes para lograr sus deseos; 18. , la
conformidad, es decir, la dócil sumisión a la providencia de Dios, así
para lo útil como para lo perjudicial, conformándose con las pruebas
y males que Dios le envíe, aceptándolas gustoso, agradeciéndole sus
beneficios y soportando con paciencia las tribulaciones, pues Dios mis-
mo le dijo a su Profeta: "El que no se conforme con mis decretos, ni
soporte paciente mis pruebas, ni me agradezca mis beneficios, busque
a
otro Señor distinto de mí." 19. , la resignación, o sea, que encomiende
a solo Dios todo su negocio, buscando únicamente el conocerle y acer-
carse a El y no por razón del cielo y del infierno. Si alguna de estas
condiciones faltare, no alcanzará el novicio lo que desea.
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