Page 82 - DIALOGOS ACOFAEN LIBRO 1
P. 82

ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE FACULTADES Y ESCUELAS DE ENFERMERÍA

               entregan una hoja con una nota de 1 o un 2, el estudiante se frustra, tiene depresión,
               tiene angustia, abatimiento, tiene pesimismo, además empieza a compararse con sus
               compañeros y dice: - Pero si yo estudie con él (con quien sacó una buena nota), y a
               mí por qué me pusieron esta mala nota. Por ello es importante llamar y acompañar a
               estas personas o aprendientes y lograr sacarlos de esas emociones negativas que
               inuyen de manera predominante en su aprendizaje.

               Otras  veces  se  maniestan  otras  emociones  como  el  asco,  donde  se  siente
               repugnancia, reproche, desprecio, donde se dan expresiones como: - A mí no me gusta
               ese profesor,  y  en  sus actitudes sienten  repugnancia  hacia  la  materia  que él  está
               enseñando, generando desprecio y a veces odio.

               Cuando tuvimos el rol de estudiantes, y algún profesor nos trató mal, en nuestra memoria
               lo recordamos, no de la manera más agradable. Además, en los encuentros o actos
               educativos pueden aparecer la ansiedad, manifestada de pronto en la inseguridad y
               el estrés; hay estudiantes que sienten estrés,  no quieren ir a esa clase porque les da
               estrés o miedo, se enferman, están nerviosos, y de pronto manifiestan en su casa que
               no quieren ir hoy al colegio o a la escuela. Ese estrés también se maniesta cuando los
               niños lloran demasiado cuando los  dejan en  los jardines, o  cuando les ponen sus
               delantales o uniformes  para ir al jardín o a la escuela. Todo esto es tremendamente
               inuyente en el aprendizaje.

               Son muchas nuestras actitudes como profesores que inuyen positiva o negativamente,
               o  son  estresantes  y  pueden  llegar  a  bloquear  al  estudiante,  por  ejemplo  en  los
               exámenes, con expresiones: - No volteen a mirar a nadie; si lo hacen les anulo la prueba;
               - No me pregunten, en el examen está todo lo que deben resolver. - Dejen sus teléfonos
               celulares guardados, el que lo saque se expone a que le anule la prueba”. Nuestra
               actitud es responsable de esas emociones negativas que pueden llegar a frustrar al
               aprendiz.

               En las emociones sociales podemos tener la vergüenza, que se maniesta por el sonrojo
               del estudiante cuando le llamamos la atención en público, cuando le decimos, por
               ejemplo,  que  lo  que  está  preguntando  está  fuera  de  foco,  o  cuando  usamos
               expresiones inadecuadas como: - Dónde dejó su cerebro, - es que tiene cerebro de
               gallina,  delante  de  las  demás  personas.  Tengamos  cuidado  con  este  tipo  de
               expresiones  al  llamarle  la  atención  a  un  estudiante;  es  conveniente  acercársele
               despacio y decirle que está cometiendo un error, haciéndole ver las cosas de una
               manera agradable, nunca delante de compañeros o en público. En estas emociones
               sociales se puede ocasionar, además, bochorno, culpabilidad, aumentando la timidez
               en  los  estudiantes.  Hay  muchas  cosas  que  debemos  preguntarnos  nosotros  como
               docentes, si estamos haciendo de forma adecuada ese proceso de aprendizaje con
               nuestros estudiantes.





                                              78
   77   78   79   80   81   82   83   84   85   86   87