Page 83 - DIALOGOS ACOFAEN LIBRO 1
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ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE FACULTADES Y ESCUELAS DE ENFERMERÍA

               En las emociones ambiguas está la sorpresa, que puede ser positiva o negativa; por
               ejemplo, yo esperaba en el examen una nota de 4 y me pusieron un 2, es una sorpresa
               ambigua;  yo  pensé  que  había  contestado  todo  de  manera  correcta,  entonces
               empiezo    hacer  el  reclamo  al  profesor  y  él  me  dice:  -  No  acepto  reclamos,
               ustedes tuvieron esto en el examen, será que usted no estudió, usted como se la pasa
               aquí en la clase riéndose y viendo otras situaciones, pues tome, ahí está la sorpresita
               que le acaba de llegar.

               Dentro  de  este  grupo  de  emociones  también  está  el  asombro,  la    confusión,  la
               perplejidad  y  el  desconcierto;  pero  también  pueden  ser  positivas,  encontrando
               expresiones como éstas: - Cómo así, me saqué un 5,  y yo pensé que lo que había
               contestado no era lo correcto. También se da la ambigüedad cuando se escucha: -
               Por qué a mí me pusieron una nota de 5 y al del lado, que contestó casi lo mismo que
               yo, le pusieron una nota de 3. Es importante reexionar sobre la posibilidad de poner
               a nuestros estudiantes en bochorno, delante de algunas personas o de los mismos
               compañeros, con expresiones de: - Usted se copió, ha cometido una falta ética y se
               va a sancionar.

               Algunos  autores  opinan  que  sin  emociones  no  hay  aprendizaje  porque  no  hay
               atención, no hay memoria, no recordamos; son hechos que a veces olvidamos cuando
               las emociones fueron negativas, y pasa el tiempo y nos olvidamos, y no quisiéramos
               volver a recordarlas. Igualmente, la motivación y la emoción no son lo mismo, pero son
               complementarias, porque si yo tengo emoción y tengo motivación, yo voy a esa clase
               y voy aprender porque el profesor me estimula, esa temática es muy buena y él la hace
               agradable, nos ayuda en ese proceso. La emoción, entonces, es nuestra energía, es
               nuestra vitalidad: -  Yo voy porque quiero y porque tengo también motivación.

               Por  último  estamos  dando  algunas  estrategias  para  aumentar  la  emoción  de  los
               aprendientes, y aumentar asimismo la motivación, con el n de mantenerlos atentos para
               que quieran asistir a clase. Entre éstas estarían:

                   •   Presentarme a los aprendientes la primera vez que me encuentro con ellos;
                       éste es un aspecto muy importante, porque ellos van a saber quién soy, cuáles
                       son mis fortalezas y mis debilidades, qué tengo como ser humano, qué me
                       gusta, cuál es mi deporte favorito, qué me gusta leer, cosas particulares que
                       me gusta hacer y que no me gusta hacer, un descubrirme como ser humano,
                       que  también  tengo  emociones,  alegrías  y  tristezas.  Aunque  a  veces  no
                       queremos  contar  esas  cosas  las  considero  de  vital  beneficio,  porque  el
                       docente es esa persona que va a compartir con ellos durante una clase o
                       asignatura,  y  ante  esto  debe  propiciar  que  la  clase  sea  un  entorno  de
                       disfrute, de alegría, de amabilidad, de riqueza personal entre todos.
                   •   Igualmente, es primordial y ecaz en este proceso saber quiénes son ellos y
                       ellas, qué les gusta, cuáles son sus debilidades, quién es esa persona que va




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