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ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE FACULTADES Y ESCUELAS DE ENFERMERÍA
En las emociones ambiguas está la sorpresa, que puede ser positiva o negativa; por
ejemplo, yo esperaba en el examen una nota de 4 y me pusieron un 2, es una sorpresa
ambigua; yo pensé que había contestado todo de manera correcta, entonces
empiezo hacer el reclamo al profesor y él me dice: - No acepto reclamos,
ustedes tuvieron esto en el examen, será que usted no estudió, usted como se la pasa
aquí en la clase riéndose y viendo otras situaciones, pues tome, ahí está la sorpresita
que le acaba de llegar.
Dentro de este grupo de emociones también está el asombro, la confusión, la
perplejidad y el desconcierto; pero también pueden ser positivas, encontrando
expresiones como éstas: - Cómo así, me saqué un 5, y yo pensé que lo que había
contestado no era lo correcto. También se da la ambigüedad cuando se escucha: -
Por qué a mí me pusieron una nota de 5 y al del lado, que contestó casi lo mismo que
yo, le pusieron una nota de 3. Es importante reexionar sobre la posibilidad de poner
a nuestros estudiantes en bochorno, delante de algunas personas o de los mismos
compañeros, con expresiones de: - Usted se copió, ha cometido una falta ética y se
va a sancionar.
Algunos autores opinan que sin emociones no hay aprendizaje porque no hay
atención, no hay memoria, no recordamos; son hechos que a veces olvidamos cuando
las emociones fueron negativas, y pasa el tiempo y nos olvidamos, y no quisiéramos
volver a recordarlas. Igualmente, la motivación y la emoción no son lo mismo, pero son
complementarias, porque si yo tengo emoción y tengo motivación, yo voy a esa clase
y voy aprender porque el profesor me estimula, esa temática es muy buena y él la hace
agradable, nos ayuda en ese proceso. La emoción, entonces, es nuestra energía, es
nuestra vitalidad: - Yo voy porque quiero y porque tengo también motivación.
Por último estamos dando algunas estrategias para aumentar la emoción de los
aprendientes, y aumentar asimismo la motivación, con el n de mantenerlos atentos para
que quieran asistir a clase. Entre éstas estarían:
• Presentarme a los aprendientes la primera vez que me encuentro con ellos;
éste es un aspecto muy importante, porque ellos van a saber quién soy, cuáles
son mis fortalezas y mis debilidades, qué tengo como ser humano, qué me
gusta, cuál es mi deporte favorito, qué me gusta leer, cosas particulares que
me gusta hacer y que no me gusta hacer, un descubrirme como ser humano,
que también tengo emociones, alegrías y tristezas. Aunque a veces no
queremos contar esas cosas las considero de vital beneficio, porque el
docente es esa persona que va a compartir con ellos durante una clase o
asignatura, y ante esto debe propiciar que la clase sea un entorno de
disfrute, de alegría, de amabilidad, de riqueza personal entre todos.
• Igualmente, es primordial y ecaz en este proceso saber quiénes son ellos y
ellas, qué les gusta, cuáles son sus debilidades, quién es esa persona que va
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