Page 37 - REVISTA OPRALOTECA 10

Grupo de investigación Oralidades, Narrativas Audiovisuales y Cultura Popular en el Caribe Colombiano

habían enterrado con el ánimo que se perdiera. psicológico y a la integridad física, tratos crueles,
(Marly Molina, líder afro de Pueblo Viejo y Zona humillantes y degradantes contra la población viva,
Bananera). al desnudar a las víctimas, ponerlas a desfilar, obli-
garlas a bailar con ellos, quemarlas con cigarrillo, y
10. El día 18 de enero de 2002, los paramilitares ase- contra las personas asesinadas al mutilar sus cuer-
sinaron a cinco jóvenes: Adalberto Paternina, pos con machetes, motosierras y lanzarlas al río y
Mohamed Arévalo Carrillo, Miguel Carrillo Cha- a los caimanes, para que destrozaran sus cuerpos.
morro, Elkin Scoot Pedraza, Félix Parejo Barrios Estas actividades de terror psicológico, para los
y Javier Ruiz Gutiérrez, con quienes la comuni- que las padecimos, no nos ha permitido dormir una
dad iba resolver de manera pacífica y mediante noche tranquilla ni pasar un día apacible, sin que
el diálogo un conflicto que se estaba presentando. esos recuerdos torturen nuestras mente, alma y es-
En eso llegaron los paramilitares, los cogieron, se píritu. Tenemos que honrar la memoria de nuestros
los llevaron para la finca María Luisa y los asesina- muertos, que se limpie su nombre. Muchos fueron
ron a todos. Atentaron, además, contra las prácticas estigmatizados como guerrilleros y bandidos.
tradicionales y culturales de las comunidades ne-
gras, como es la resolución dialogada de los pro-
blemas. Con el conflicto armado entre 1987 y 2006 se vulne-
raron derechos humanos individuales que ocasionaron
11. El 10 de julio de 2003, los paramilitares asesinaron efectos colectivos en las comunidades negras de Sevi-
al señor Rubén Darío Ariza González, gran líder, lla, Varela, Riofrío, Santa Rosalia, Gran Vía, Orihue-
agricultor que apoyaba a nuestros campesinos con ca y Palomar, representadas como colectividad por la
la compra y comercialización de sus cosechas. Los organización afrocolombiana Benkos Biohó. Podemos
ayudaba a conseguir las herramientas, semillas e decir que se afectaron los siguientes aspectos:
insumos de trabajo. Las comunidades sufrieron una
gran pérdida con su muerte; fue un daño irrepara- • El derecho al desarrollo y la conexidad con el terri-
ble. Todo se encareció, empezando por los produc- torio ancestral y tradicional, el cual, para las comu-
tos básicos de la alimentación, porque él apoyaba la nidades negras, está muy ligado a la subsistencia, al
siembra de cultivos de yuca, ñame, ahuyama, maíz, trabajo, a la identidad cultural y a la supervivencia
melón, patilla, plátano, arroz. étnica.

12. Hubo desplazamiento forzado desde 2000 hasta • Pérdida de la identidad cultural, la memoria colec-
2004. Las barbaries de los paramilitares sembraron tiva, las costumbres y los saberes ancestrales y cul-
el terror con decapitaciones, ejecuciones y torturas turales.
en plazas públicas de los líderes, lideresas, sabedo- • Fragmentación del tejido social familiar y comuni-
res y autoridades tradicionales. tario y las redes de apoyo por el atentado contra la
vida, la integridad física y mental de las personas
13. Homicidios, masacres de cualquier hijo, padre, de la comunidad y el asesinato de líderes, lideresas,
hermano, esposo, vecino o miembro de la comuni- sabedores, concejales, comerciantes, transportado-
dad. Esto ocasionó el desplazamiento forzado de la res, gestores culturales y jóvenes.
población, dejando sus raíces, sus pertenencias, su • Pérdida de la autonomía y libre determinación colec-
tierra, sus animales y sus casas. tiva por el debilitamiento de los factores de cohesión

14. Los paramilitares vulneraron el derecho a la dig- social y formas organizativas (el gobierno propio).
nidad e integridad de los vivos y de los muertos, • Efectos muy negativos en la vida colectiva para la
miembros de las comunidades negras Benkos, en el realización de rituales y ceremonias, como el velorio
municipio de Zona Bananera. Emprendieron accio- de las personas asesinadas, porque en se hacen rit-
nes como amenazas constantes contra la vida, daño uales y se vela el muerto por nueve días. Llegan fa-

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