Page 283 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker
tuar; y permítanme decirles que muchas de las creencias han
sido justificadas por lo que hemos visto en nuestra propia y des
graciada experiencia. El vampiro sigue viviendo y no puede morir
simplemente a causa del paso del tiempo; puede fortalecerse,
cuando tiene oportunidad de alimentarse de la sangre de los
seres vivos. Todavía más: hemos visto entre nos otros que pue
de incluso rejuvenecerse; que sus facultades vitales se hacen
más poderosas y que parecen refrescarse cuando tiene suficien
te provisión de sangre humana. Pero no puede prosperar sin ese
régimen; no come como los demás. Ni siquiera el amigo Jonat
han, que vivió con él durante varias semanas, lo vio comer nun
ca. No proyecta sombra, ni se refleja en los espejos, como ob
servó también Jonathan. Tiene la fuerza de muchos en sus ma
nos, testimonio también de Jonathan, cuando cerró la puerta
contra los lobos y cuando lo ayudó a bajar de la diligencia. Pue
de transformarse en lobo, como lo sabemos por su llegada a
Whitby y por el amigo John, que lo vio salir volando de la casa
contigua, y por mi amigo Quincey que lo vio en la ventana de la
señorita Lucy. Puede aparecer en medio de una niebla que él
mismo produce, como lo atestigua el noble capitán del barco,
que lo puso a prueba; pero, por cuanto sabemos, la distancia a
que puede hacer llegar esa niebla es limitada y solamente puede
encontrarse en torno a él. Llega en los rayos de luz de la luna
como el polvo cósmico... Como nuevamente Jonathan vio a esas
hermanas en el castillo de Drácula. Se hace tan pequeño... No
sotros mismos vimos a la señorita Lucy, antes de que recuperara
la paz, entrar por una rendija del tamaño de un cabello en la
puerta de su tumba. Puede, una vez que ha encontrado el ca
mino, salir o entrar de o a cualquier sitio, por muy herméticamen
te cerrado que esté, o incluso unido por el fuego..., soldado,
podríamos decir. Puede ver en la oscuridad..., lo cual no es un
pequeño poder en un mundo que esta siempre sumido a medias
en la oscuridad. Pero, escúchenme bien: puede hacer todas
esas cosas, aunque no está libre. No, es todavía más prisionero
que el esclavo en las galeras o el loco en su celda. No puede ir a
donde quiera. Aunque no pertenece a la naturaleza debe, no
obstante, obedecer a algunas de las leyes naturales... No sabe
mos porqué. No puede entrar en cualquier lugar al principio, a
menos que haya algún habitante de la casa que lo haga entrar;
aunque después pueda entrar cuándo y cómo quiera. Sus pode
res cesan, como los de todas las cosas malignas, al llegar el día.
“Solamente en algunas ocasiones puede gozar de cierto
margen de libertad. Si no se encuentra exactamente en el lugar
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