Page 288 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker


                  encontrado hasta entonces en los lunáticos, y daba por sentado
                  que sus razonamientos prevalecerían con otras personas cuer
                  das. Entramos los cinco en la habitación, pero, al principio, nin
                  guno de los otros dijo nada. Su petición era la de que lo dejara
                  salir inmediatamente del asilo y que lo mandara a su casa. Apo
                  yaba su súplica con argumentos relativos a su recuperación
                  completa, y ponía como ejemplo su propia cordura de ese mo
                  mento.
                         —Hago un llamamiento a sus amigos —dijo—. Es posi
                  ble que no les moleste sentarse a examinar mi caso. A propósi
                  to, no me ha presentado usted a ellos.

                         Estaba tan extrañado, que el hecho de presentar a otras
                  personas a un loco recluido en un asilo no me pareció extraño
                  en ese momento. Además, había cierta dignidad en los modales
                  del hombre, que denunciaba tanto la costumbre de considerarse
                  como un igual, que hice las presentaciones inmediatamente.

                         —Lord Godalming, el profesor van Helsing, el señor
                  Quincey Morris, de Texas, el señor Jonathan Harker y el señor
                  Renfield.
                         Les dio la mano a todos ellos, diciéndoles, conforme lo
                  hacía:
                         —Lord Godalming, tuve el honor de secundar a su padre
                  en el Windham; siento saber, por el hecho de que es usted quien
                  posee el título, que ya no existe. Era un hombre querido y respe
                  tado por todos los que lo conocían, y he oído decir que en su
                  juventud fue el inventor del ponche de ron que es tan apreciado
                  enla noche del Derby.

                         “Señor Morris, debe estar usted orgulloso de su gran es
                  tado. Su recepción en la Unión puede ser un acontecimiento de
                  gran alcance que puede tener repercusiones en lo futuro, cuan
                  do los Polos y los Trópicos puedan firmar una alianza con las
                  Estrellas y las Barras. El poder del Tratado puede resultar toda
                  vía un motor de expansión, cuando la doctrina Monroe ocupe el
                  lugar que le corresponde como fábula política. ¿Qué puede decir
                  cualquier hombre sobre el placer que siente al conocer a van
                  Helsing? Señor, no me excuso por abandonar todas las formas
                  de prejuicios tradicionales. Cuando un individuo ha revoluciona
                  do la terapéutica por su descubrimiento de la evolución continua
                  de la materia cerebral, las formas tradicionales no son apropia
                  das, puesto que darían la impresión de limitarlo a una clase es
                  pecífica. A ustedes, caballeros, que por nacionalidad, por heren



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