Page 113 - Mitos y cuentos egipcios de la época faraónica (ed. Gustave Lefebvre)
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CUENTO PROFÉTICO                                        117



    eres29y que resplandecían con los peces y las aves que encerraban. Todas
    las buenas cosas se han marchado y el país es próspero en miseria, a cau­
    sa de los alimentos de los beduinos que recorren el país30.
       Los enemigos han hecho su aparición por el este, los Asiáticos bajan31
    a Egipto. El palacio(?) estará en peligro; <nadie> (lo) socorreráj2; ningún

    protector prestará oídos(?). Se demorarán...33durante la noche; se pene­
    trará en los harenes(P);  se arrebatará el sueño a mis ojos /[35]  mientras
    que yo permaneceré acostado, diciendo34: «Estoy despierto». Los anima­

    les del desierto35beberán las aguas de Egipto; tomarán el fresco en  sus
    orillas, en ausencia de alguien que les haga huir.......Este país estará en la
    agitación36, y el desenlace que ha de llegar no se conocerá, quedando es­
    condido a(?) la palabra, la vista y el oído.  (Se) está sordo y (se) calla ante
    (esto).
    Disensiones aviles y familiares

       Te muestro  al país  trastornado:  lo  que  no  había  sucedido  (anterior­
    mente)  (ahora)  se  ha producido.  Se cogerán las  armas  de combate y  el
    país vivirá /[40] en el desorden. Se harán flechas de bronce y se pedirá el
    pan con la sangre. Se reirá con una risa dolorosa. No se llorará ya a cau­
    sa de la muerte; no más el acostarse, ansioso, a causa de la muerte37. Cada
    uno no tendrá pensamientos más que para sí mismo. No se harán enton­
    ces ya  ceremonias  de  duelo38:  el  ánimo  se  habrá  desviado(P)  completa­
    mente  de  esto.  El hombre  quedará  sentado  en  su  rincón,  no  teniendo

       29   Lit. «que estaban bajo masacres» w gsw , masacres de pájaros y de peces. Más adelante en­
    contramos:  «resplandecían bajo los  peces y las aves».  El determinativo del hombre, en  w nyw ,
    tiene que suprimirse.
       3,1   Es decir, a causa de este alimento que nos vemos obligados a probar: los Beduinos  (cfr.
    Erman, Die Literatur der Aegypter, p.  154 y nota 8). ¿O bien es preciso ver en esta oscura frase una
    alusión a las radias hechas por los beduinos?
       31  Leyendo <hr> hit. (El ostracon 1074 del Instituto Francés de El Cairo parece conservar
    los restos de la preposición r, pero dista mucho de ser seguro.)
       32 Leer: giw.tw hnty <nn> ky r~gs(.t)?
       33 Los signos que siguen a isk no ofrecen ningún sentido satisfactorio.  El texto está altera­
    do (igual sucede en el ostracon antes citado).
       34 Elipsis de dd despues de hr. Cfr. Lefebvre, Grammaire, § 396, 3o. El profeta parece participar
    en los acontecimientos que anuncia.  Aquí hace alusión a las noches de insomnio que entonces vi­
    virá.
       ^ «Los animales del desierto», es decir los rebaños de los nómadas. No parece que el autor
    se sirva aquí de una metáfora para designar a los invasores de Egipto  [Malinine, en BIE40 34
    (1933) p. 68]. Veremos en efecto más adelante, 1. 67-68, cómo uno de los resultados de la acción
    enérgica de Amenemhat I será precisamente el obligar a los beduinos a pedir permiso para abre­
    var a sus rebaños en las vías fluviales de Egipto.
        l
       V Leer:  <r> it(t) int. Con respecto a esta expresión, cfr. A.  H, Gardiner, en JEA  24 (1938)
    p.  124.  Hay mucha incertidumbre en la traducción desde este lugar hasta el final del parágrafo.

       1 No habrá ya plañideras en los sepelios, ni jóvenes que ayunen en señal de duelo.
       18 Lit «hoy día» min. Pero la frase está en futuro.
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