Page 139 - Mitos y cuentos egipcios de la época faraónica (ed. Gustave Lefebvre)
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LA QUERELLA DE APOPI Y SEKENENRE 145
- Ediciones:
G. Maspero, Etudes Egyptiennes, I, Paris, 1879, pp. 195-216 (transcrip
ción y traducción comentada); -*A. H. Gardiner, «The Quarrel of Αρορ-
his and Seknenre», en Bibliotheca Aegyptiaca I (Late Egyptian Stories), Bruse
las, 1932, pp. 85-88.
- Traducciones:
G. Maspero, Contes populaires, cit., p. 288; -J. H. B r e a s t e d , A Histoiy o f
Egypt, Nueva York, 1905, pp. 215 y 223; -Β. Gunn y A. H. Gardiner, «The
Expulsion of the Hiksos», en ]EA 5 (1918), p. 36; -A. Erman, Die Lite
ratur derAegypter, cit., p. 214 (trad. Blackman, p. 165); -G. Roeder, Altägypt.
Erzählungen, cit., p. 57.
- Estudios y Comentarios:
M. Pieper, Das ägypt. Märchen, cit., p. 25.
TRADUCCIÓN
[1,1] Sucedió que el país de Egipto estaba en la miseria, y que no había
un Señor V.P.S.7como re)? en (este tiempo). Y sucedió que el rey Seke-
nenre V.P.S. era por aquel entonces regente V.P.S. de la Ciudad del Sur8.
Mas la miseria reinaba en la ciudad de los Asiáticos, estando el príncipe
Apopi V.P.S. en Avaris9. (Sin embargo) todo el país le hacía ofrendas con
sus tributos10; <el sur en efecto lo colmaba>H y el norte (hacía) lo mis
mo con todos los buenos productos del Delta.
Entonces el rey Apopi V.P.S. hizo de Sutekh12su señor, y no servía a nin
guno de los demás dioses que existían en todo el país excepto a Sutekh. El
(le) construyó un templo como obra buena y eterna, al lado de la vivienda
del rey Apopi V.P.S. Y solía aparecer [al despuntar] el día para ofrecer coti
dianamente sacrificios [de...] a Sutekh. Y los grandes [del palacio] V.P.S. lle
vaban guirnaldas, como se hace en el templo de Ra-Harakhte, ante él(?).
La misma expresión (nb e.w .s) para designar un rev aparece en Westcar, 11*13; asimismo
en Horus y Seth 16,2.
K Tebas, capital del Alto Egipto, residencia de Sekcnenre.
,} La frase significa: «pero la miseria (Üdt) reinaba en la ciudad de los Asiáticos, es decir, Ava
ris, donde residía el príncipe Apopi». Avaris, capital del rey hikso, estaba situada donde poste
riormente Pi-Ramsés (Tanis). [N. del T.: No deja de ser curioso que al rey hikso se le respeten
algunos de los epítetos comunes empleados para el faraón legítimo.]
lu Cfr. lo que Manetón dice del rev hikso «Salitis... que cobraba tributos sobre la provincia
superior e inferior». (Pasaje citado por M orki , His/oire de ¡Orient, París, 1936, p. 470).
11 No hay restos en el texto de una frase de este tipo, que sin embargo parece necesaria si
en la frase que sigue la correción m htt «el Norte» y la lectura t! m h y «el Delta», sugeridas por
Gardiner en su edición, son, como bien parece, dignas de mantener.
12 Sutekh no es otro que el dios Seth (Sth), adaptado a la moda de los hiksos: cfr. V. Loret,
en PSBA, 28 (1906) p. 123. En todo este relato se constata la rivalidad latente entre el dios de
los extranjeros y Amón-Re, cuyo triunfo debía asegurar la victoria de Sekenenre.