Page 140 - Mitos y cuentos egipcios de la época faraónica (ed. Gustave Lefebvre)
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146        MITOS Y CUENTOS EGIPCIOS DE LA ÉPOCA FARAÓNICA


     El mensaje de Apopi
        Entonces / [1,5] el rey Apopi V.P.S. quiso  [enviar] un mensaje provo­
     cando^)  (al) rey Sekenenre  [V.P.S., el] príncipe de la Ciudad del Sur13. Y
     [después de] muchos días tras esto, el rey [Apopi V.P.S.] hizo llamar a [los
     altos funcionarios] de su palacio [.......diciéndoles que quería] enviar (un
     mensajero)  [al príncipe de la Ciudad del Sur con] una comunicación [.......
     concerniente] al río [pero que no sabía cómo redactarlo(?). Entonces] los
     escribas  y los  sabios  [.......así como  los  altos]  funcionarios  [le  dijeron:]
     «Soberano V.P.S., [señor nuestro, pide que se abandone (?)] el estanque de
     los hipopótamos  [que está al este de la Ciudad del Sur14, pues] ellos im­
     piden que [el sueño nos llegue de día] y de noche  [llenando el ruido que
     hacen los oídos de las gentes de nuestra ciudad»... El rey Apopi V.P.S. les
     respondió:] «El príncipe de [la Ciudad del sur...........13 Amón está]  /[2,1]
     con  él como  protector:  él  no  deposita  su  confianza  en  ninguno  de  los
     otros dioses que hay en [todo el país]  a excepción de Amonrasonter».
        Y   después de muchos días tras esto, el rey Apopi V.P.S. envió (un men­
     sajero) al príncipe de la Ciudad del Sur (con) la comunicación que le habían

     sugerido16sus  escribas y sus  sabios. Y el mensajero  del rey Apopi V.P.S.
     llegó adonde el príncipe de la Ciudad del Sur. Se le condujo ante el prínci­

     pe  de  la Ciudad  del  Sur.  Entonces  Se17dijo  al  mensajero  del rey Apopi
     V.P.S.: «¿Por qué has sido enviado a la Ciudad del Sur? ¿Y por qué has em­
     prendido este viaje hasta mí?»18. Y el mensajero /[2,5] le respondió: «Es el
     rey Apopi V.P.S. quien me envía a ti para decirte: Haz que se abandone(?)19
     el estanque de los hipopótamos que está al este de la ciudad, pues impiden
     que el sueño acuda a mí ni de día ni de noche.— El ruido que ellos hacen
     repletos (efectivamente) los oídos de las gentes de su ciudad»20.


         Lo cjue sigue, hasta la parte inferior de la p.  1  del Ms., está cuajado de lagunas:  las resti-
     tuciones son hipotéticas.
       14  Para  este  pasaje,  y para  la  interpretación  de  la palabra  wbn, cfr.  Gardiner, en JEA  29
     (1943) p. 39 y n.  1  [ya hemos encontrado (p.  115)  wbn con su significado de «este» y «oriente»
     en Cuento Profético, 17],
       13 Aquí hay una gran laguna.
       ir>Lit. «que le habían dicho». Yo leo lo que  sigue:  <hr> pi smi-n-mdt (para esta expresión

    cfr.  Wörtk, 4, 129, ref. 2).

       1' «Se» designa aquí al rey legítimo (Sekenenre): cfr. más adelante p. 160, nota 54 y p. 165, nota 79.
       15 Frase  de  difícil interpretación -o  bien ph.k wi <m> ni msc hr ih «¿tú me abordas en
    este viaje, por qué?» (para ph + objeto «encontarse, abordar a», cfr. Sinubé, R, 20); -o  bien: ph.k
    ni <hr> mse hr ih «¿tú llegas aquí caminando, por qué?» (para la expresión ph ni «llegar aquí»,
    cfr. Oadech,  57; igualmente, ph nn: Sinubé R,58 y Urk. IV, 324, 8).
       19   Lit. «Haz que se aparte (rwi.tw) del estanque». La expresión no es clara, quizás intencio­
    nadamente.
       211 Lit.  «Su  ruido  está  <en>  las  orejas  (de  las  gentes)  de  su  ciudad».  La  palabra msdrt

    (=msdr) tiene aquí el valor de un dual: cfr. Stricker, en Acta Orientalia 15, p. 21. Esta frase pare­
    ce ser un comentario que el mensajero se permite hacer para confirmar, según su propia expe­
    riencia, las palabras de su señor.
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