Page 163 - Mitos y cuentos egipcios de la época faraónica (ed. Gustave Lefebvre)
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VERDAD Y MENTIRA                                        171


       Y después de muchos días tras esto11, Mentira alzó los ojos12para mi­

    rar y vio /[2,5]  el mérito de Verdad, su hermano mayor. Entonces Men­
    tira dijo  a  dos  servidores  de  Verdad:  «Tomad  a vuestro  señor y  [entre­
    gadlo  a]  un  león  malvado  y  a  numerosas  leonas  [...]  y vosotros  [.......».

    Entonces ellos] lo cogieron. Después, cuando estaban subiendo13con él,
    Verdad  [dijo a sus servidores:]  «No  [me]  agarréis,  [sino] entregad a otro

    /[3,1]  [en  mi  lugar(?)...,  y  tú  ve  a  la  ciudad]14y  búscame  un  poco  de
    pan(?)».  [Entonces este servidor se marchó y dijo (?) a Mentira: «Cuando
    [nosotros lo] hemos abandonado (?) [.......». Después él] salió de la casa(?),
    en tanto que él (¿Mentira?) le llamaba en (?) la  [.......]l3.

    Una dama queda prendada de Verdad

       Y [después de muchos días] tras esto, (la dama) X'6/ [3,5] salió de su

    casa  [con sus seguidoras. Estas] vieron (a Verdad)  que  [yacía al pie de la
    colina:] él [era hermoso, hasta el punto de que no] había [nadie] que fue­
    ra como [él en]  todo el país.  [Ellas]  fueron [al lugar]  donde [se encontra­
    ba]  (la dama) X17, [diciendo]: «Ven a ver [con] nosotras /[4,1]  [a un ciego
    que]  está tendido al pie de la colina; que lo traigan y que hagan de él el
    portero de nuestra casa18».

       [Entonces]  (la dama) X le19respondió: «Ve a buscarlo20, para que yo
    lo vea».  Ella fue y lo trajo.  [Y cuando]  (la dama) X lo hubo visto, ella lo
    deseó mucho, mucho21, habiéndose dado cuenta de que era [hermoso] en


       11 Sobre esta fórmula que se vuelve a encontrar hasta cuatro veces en este cuento, cfr. más

    arriba p.  153, nota 10.
                      ’
       12  7rt.f, grafía del dual /rfy.f «sus ojos»:  cfr. más arriba p. 156, nota  27. Mentira no puede
    soportar la vista del inocente Verdad, puesto que según las palabras de las Escrituras, «los impíos
    tienen como abominación a aquellos que andan por el recto camino» proverbios 29, 27).
        Ascienden hacia la meseta desértica, elevada un centenar de metros por encima del valle,
    y donde pensaban encontrar leones. Lo que sigue indica que no subieron mucho.
       14   Al final de la laguna posiblemente haya que ver la palabra dmi,  cuyo determinativo sub­
    siste: cfr. 1. 7,6.

       I;>Todo este pasaje está cubierto de lagunas: la traducción es muy dudosa.  Creo entender
    que Verdad, habiendo retenido junto  a  sí a uno de  los  servidores,  manda  al otro a la ciudad,
    con la doble misión de traerle víveres y de ofrecer a Mentira un breve informe destinado a en­
    gañarlo,
       16   Aquí habría un nombre propio femenino, que volvemos a encontrar hasta en cuatro oca­
    siones, pero siempre incompleto: lo traduciremos como «(la dama) X».
       1    Las  compañeras,  sin duda  muchachas  muy  jóvenes,  se  han  separado  un instante  de  su
    señora, a quien se apresuran a buscar, desde que ven a Verdad.
       ,s Como Mentira, las jóvenes quieren dar al ciego un empleo de portero.
       19 Responde a aquella de sus compañeras que había tomacio la palabra en nombre de todas.
       2" Lit: «Ve por él (r .f)». Comparar con la expresión htb r «enviar para=enviar a buscar», Λ7-
    nubé R,22-23.
       21   La misma expresión, pero aplicada a un hombre (Bata), la encontramos en Orbincy 9,9: «él
    la deseó mucho, mucho».
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