Page 169 - Mitos y cuentos egipcios de la época faraónica (ed. Gustave Lefebvre)
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HISTORIA DE  UN ESPECTRO                                 177


     sacerdotes  reconocidos  por la  historia:  pero  me  pregunto hoy  si habrá
     existido alguna vez fuera de la pura imaginación del narrador3. Se notará
     que Khensemheb  se encuentra asistido por un «lugarteniente del domi­
     nio de Amón», llamado Menkau, a quien se ve, hacia el final del cuento
     (L,10), dar instrucciones, probablemente con respecto a la restauración
     de la tumba.
        Aparte del Primer Profeta y del espectro, que desempeñan los pape­
     les principales,  se puede adivinar la existencia de  un tercer personaje, el
     cual, en las  primeras líneas  conservadas del cuento  (T, 4), toma la pala­
     bra: «En tanto que yo me había (dado la vuelta?) hacía el oeste, él (el Pri­
     mer Profeta)  subió a la terraza». Se trataría entonces de un contemporá­
     neo  de  Khensemheb,  testigo  o  actor  de  esta  aventura,  de  la  que  hacía
     quizás el relato ante un rey o algún gran señor. Esto no es por otra par­
     te más que una suposición, que nada en la actualidad permite verificar.
        Muchos otros puntos quedan aún dudosos u obscuros en este cuen­
     to —e verá que  son demasiados  leyendo  la  traducción  que  sigue—y sin

        s
     duda no podrán ser aclarados más que si se descubre algún día un texto
     más cuidado y menos fragmentario que aquellos de los que disponemos.
                              Bibliografía

     - Manuscritos. - Fragmentos conservados en cinco os tracas6:
        1. Turin  (T): 0,175 m. por 0,155 m.. Dinastía XIX o XX.  - J. Cerny,
     «Deux nouveaux fragments de textes littéraires connus», en Revue de l'Egyp­
     te Ancienne 1  (1927) p. 222: fotografía con transcripción en jeroglíficos.
        2.  Viena  (W)  3722a:  0,20  m.  por  0,13  m..  Dinastía  XIX.  -E.  v o n
     B e r g m a n n ,  Hieratische und hieratische-demotische Texte,  Viena,  1886, pl.  IV
     (foto retocada) y p. VI  (transcripción y traducción).
        3. Florencia (F") 2616 (a. 0,30 m.) y 2617 (a. 0,275 m.). Dinastía XIX.
     -W.  G o i.Én is c h e f f , «Notice sur un ostracon hiératique», en Rec.  de Trav.
     3 (1881), p. 3 y pl. I y II (copia manuscrita); -G. Maspero, Note additionne­
     lle, ibidem, p. 7.
        4. Paris, Louvre (L), 667+700: 0,19 m. por 0,27 m. Dinastía XIX. -W.
     Spiegelberg,  «Das  Ostracon  667+700  des  Louvre»,  en  Rec.  de  Ira!·.  16
     (1894) p. 31  (transcripción en jeroglíficos).


         El nombre que lleva,  H nsw -m -hb «Khonsu está al frente», no ha aparecido hasta ahora
     más que en textos del Imperio Nuevo; pero este hecho no debe servir de argumento para fijar
     la época en la que  eventualmente pudo vivir:  como se conocen desde el Imperio Medio  nom­
     bres teóforos en la composición de los cuales entra el nombre del dios Khonsu (así  H nsw -htp,
     H nsw -hw .f-sy-r-snb, Sí-hnsw, sin mencionar el nombre abreviado ( H nsw)), el  azar puede un
     día deparar el  descubrimiento de un documento, anterior a la dinastía  XVIII, que contenga el
     nombre propio de  H nsw-m-hb.
        (>No van a tratarse aquí los ostraca recientemente publicados y que han servido de base a

     la edición de Gardiner. Para los  fragmentos inéditos, véase p.  175.
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