Page 13 - Comparto 'Vida de San Agustín' con usted
P. 13
Cartago no quedaba muy lejos de Tagaste, quizá a unos dos
días de viaje; era la ciudad adonde los jóvenes de África del
norte anhelaban llegar para desarrollar sus ambiciones. ¡Cómo
se divertía la gente en aquella ciudad!: la vida en los bares, en
el circo, en los bacanales, las orgías, el comercio, las diferentes
personalidades. Tantas cosas se podían ver en aquella gran
ciudad portuaria. Era un enclave muy importante.
El pequeño Aurelio Agustín, cuando creció, optó por estudiar
en aquel lugar de oportunidades. Ahí conoció mucha gente, se
ganó muchos admiradores y disfrutó, como ningún otro joven,
de los manjares que en Cartago se ofrecían. Ahí conoció a una
mujer muy bonita, de la cual se enamoró y, a la cual, tuvo como
compañera por muchos años.
A esta dama, a pesar de ser la esclava de uno de sus buenos
amigos y la que lo atendía con su delicadeza cuando llegaba
extenuado por el estudio, el trabajo y la diversión; antes de
convertirla en un objeto de placer, como lo acostumbraban los
amos con sus esclavos; Agustín la tomó como compañera,
estableciendo con ella una relación de mucho respeto. Al igual
que su madre, Agustín, iba en contra de los convencionalismos
de la época.
17