Page 50 - Comparto 'Vida de San Agustín' con usted
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principal objetivo del imperio era destruir al Santo Obispo. Así
que, le tocó encontrar el modo de hacerlo.
Todos los días asistía a oír sus sermones, para luego, con su
oratoria descalificar las palabras de Ambrosio en la corte y
entre los simpatizantes del emperador. Así, día a día
encontraba nuevos argumentos para atacarlo y, día a día, se
iba interesando más por los sermones ambrosianos. Su madre,
de gota en gota, aprendió a disfrutar del vino para caer en un
terrible vicio. Agustín, de sermón en sermón, aprendió a
disfrutar la palabra de Ambrosio, para avanzar en su búsqueda
de la verdad.
Las visitas continuas a la catedral, comenzaron a devolverle el
interés perdido por aquella verdad que parecía olvidada.
Ambrosio, el enemigo del imperio, estaba socavando sus
bases; más profundo aún, que el mismo deseo insaciable de
poder.
Agustín, hombre muy sensible, no pudo resistir la personalidad
del Obispo de Milán; se le acercó en son de paz y, encontró en
este, a un padre que lo recibió, con los regalos que tanto le
gustaban. ¡Qué delicia de libros los que Ambrosio le prestaba!
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