Page 45 - Comparto 'Vida de San Agustín' con usted
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CAPÍTULO ONCE
C
laro, antes habían pasado algunas cosas que no
podemos olvidar. ¡Qué sorpresa!, cuando Agustín
estaba ya instalado en su apartamento, colmado de
exquisitas atenciones, desbordado de tanto lujo; se apareció
Mónica, cargando al nieto y llevándole a su nuera; casi le
estalla el corazón a aquel hombre, que no se imaginaba la
sorpresa, cambió de color; comenzaba a instalarse y a sufrir
nuevamente por la verdad. Su familia, con lo importante que
era, no estaba en su proyecto de felicidad. Aunque no por eso,
la despreció.
De hecho, en el fondo de su corazón los estaba necesitando.
La sorpresa fue porque Mónica era un peligro para sus
conquistas. Ella lo confrontaba con su conciencia. ¡Qué duro
debió ser para este hombre, tratar de vivir de espalda a los
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