Page 41 - Comparto 'Vida de San Agustín' con usted
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CAPÍTULO DIEZ
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or aquel entonces, cuando estaban los planes de vivir
en comunidad con sus amigos, cuando la agonía del
absurdo se asomaba a sus puertas; en Milán, la corte
del emperador necesitaba un profesor de retórica y lo pidieron
por medio de una carta a Roma. Esa carta fue el medio que
llevó a Agustín a la cima del poder y del placer; y también, a la
miseria espiritual.
Por la influencia de unos amigos maniqueos y la amistad que
tenía con Símaco, un hombre con mucho poder en Roma,
consiguió ser el candidato idóneo que estaban solicitando en
Milán. Sin pensarlo dos veces, como papel arrastrado por el
viento, fue llevado hacia Milán por sus sentimientos.
Nuevamente, cambiaba de ciudad, con su corazón vacío,
inquieto por la verdad; pero también, hinchado como un globo
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