Page 72 - Comparto 'Vida de San Agustín' con usted
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CAPÍTULO DIECINUEVE
A
gustín conocía su fama de hombre sabio y coherente,
por eso evitaba llegar a lugares donde no había
obispos, para que no acabaran con el proyecto por el
que tanto había luchado. Un día salió de visita a Hipona a
conquistar a un amigo para su monasterio, con la certeza que
allí tenían obispo y nada se opondría a su apasionada vida
monástica. Pero, sus cálculos fallaron, el obispo Valerio de
Hipona, ya necesitaba relevo, estaba muy anciano. La gente lo
tomó, lo ordenaron sacerdote y luego obispo, sin importarles lo
que él opinaba. Esto lo hizo sufrir mucho, pero lo asumió con
la única condición de fundar un monasterio en la sede
episcopal, a lo que el anciano obispo Valerio, no se opuso en
absoluto.
Muchos años ejerció de obispo. Vida monástica y trabajo
episcopal llenaban los largos días de trabajo. Las filas de gente
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