Page 74 - Comparto 'Vida de San Agustín' con usted
P. 74
Para imponer su verdad no solo recurrían a la mentira, también
recurrían a la violencia. Se valían incluso de las armas.
Quemaban las casas de los católicos y amenazaban con
matarlos si no aceptaban su doctrina o si no rechazaban su fe
católica.
Estas personas deterioraron grandemente, no solo la
religiosidad de aquel pueblo sino, que poco a poco, iban
destruyendo la economía, dividiendo las familias y la Iglesia
Católica. Agustín, con gran ingenio, santidad y valor, se
enfrentó a ellos; primero dirigiéndose a su propia gente, para
fortalecer su fe y su entrega; luego dirigiéndose a los
enemigos, con mucha caridad y cautela. A unos los exhortaba
con sus bellas homilías y su testimonio de vida y el de sus
monjes, a los otros con debates y recurriendo al derecho de
que, “La Católica” era la Iglesia oficial del imperio.
78