Page 189 - Desde los ojos de un fantasma
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Se cumplieron los veinte minutos. Míster Ex Doble se asomó de nuevo a la
               ventana y al ver que su compañero no aparecía decidió que el momento había
               llegado: habría que acabar con Sara y Juan Pablo para no dejar ninguna huella

               que delatara su participación en el secuestro.

               Con esto se confirmaba aquello de que en la organización de los Smileys nada
               era lo que parecía: ni Míster Ru era tan rudo como su nombre lo indicaba, ni

               Míster Ex Doble era tan solo un creador de éxitos. En realidad el ejecutivo de la
               doble ex era un ser sanguinario que estaba a punto de acabar con la vida de dos
               inocentes. Dispuesto a todo y escondiendo un martillo tras su espalda, entró al
               cuarto y, contra toda lógica, encontró a sus rehenes muy sonrientes.


               —No le veo la gracia al asunto —dijo el malhechor—. Están en medio de un
               secuestro y se les ve muy alegres.


               —Es que le tenemos buenas noticias —anunció Sara.

               —Si lo que me van a decir es que Juan Pablo ha decidido firmar el contrato,
               debo informarles que es demasiado tarde. El plazo se ha terminado…


               —¡Es algo mejor que eso! —exclamó el fadista interrumpiendo al ejecutivo.


               —¡El nacimiento de la estrella más exitosa en la historia de la música! —agregó
               Sara.


               Míster Ex Doble era un ser perverso, ya se ha visto; sin embargo, las palabras de
               sus rehenes lo llenaron de curiosidad. Sus planes de exterminio podían esperar
               un poco. Tenía que saber de qué estaban hablando ese par de locos.


               —¿Y se puede saber quién es esa estrella fulgurante? —preguntó el ejecutivo.


               —¿De verdad no tiene ni idea de quién pueda ser? —dijo Sara en un tono
               juguetón, el mismo que usamos cuando queremos que alguien nos confiese una
               pequeña fechoría.


               —Ni idea —respondió Míster Ex Doble.


               —Hemos estado meditándolo mucho y creemos que ese artista marcará un antes
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