Page 81 - El disco del tiempo
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M. KOSTAS guardó un silencio ominoso. Tanto él como Dimitri miraban a
               Philippe. Los tres estaban solos en la pequeña oficina en la que Philippe había
               afirmado segundos antes que el disco que estaba observando era una

               falsificación.

               —¿En qué se basa para decir tal cosa? —preguntó Dimitri.


               —En mi conocimiento y estudio del disco. Lo tengo impreso en la memoria. He
               examinado muchas fotografías y he devorado los estudios rigurosos y bien
               documentados de Yves Duhoux y Louis Godart, principalmente. En esta
               aproximación al disco original, en el tercer signo que examino, detecto una

               anomalía.

               —¿Puedes decirnos cuál es? —inquirió M. Kostas.


               —Por supuesto. Se refiere a este signo, el que Evans describió como una espiga
               de trigo y algunos otros como un remo. Ambas interpretaciones podrían tener un
               fundamento cultural de peso, pues están relacionadas con la civilización
               minoica: cultivos de trigo y gran actividad marinera. ¿Está de acuerdo, profesor

               Constantinopoulos?

               Dimitri asintió con la cabeza. Philippe prosiguió.


               —He observado, en las fotografías de Duhoux sobre todo, que son
               extremadamente detalladas, que dicho signo se encuentra en contacto con la
               línea circular que constituye la espiral tan característica del Disco de Festos. Y lo

               que observo aquí, directamente, es que el delicado tallo de la espiga de trigo está
               un par de milímetros por encima de la línea. Ese detalle me basta para afirmar,
               sin equivocarme, que este disco es falso.


               —Es prácticamente imposible que el disco haya sido sustraído y suplantado por
               otro. En este museo existe vigilancia día y noche. En particular, la sala que
               alberga al Disco de Festos es la más custodiada de todo el edificio —dijo M.
               Kostas con rostro de innegable preocupación.


               —Conozco el disco tan bien como Philippe —dijo calmadamente Dimitri—. Y
               me veo en la penosa situación de respaldar su veredicto. Éste no es el disco
               original.
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