Page 89 - Sentido contrario en la selva
P. 89

—¿Los abrimos?


               —No, mejor no.


               —Pero hay que ver qué traen.


               —No, mejor los entregamos a la policía.


               —No, a la policía no. Ésos no hacen nada.


               —Luego revenden lo que confiscan.


               —¿Cómo crees?

               —Sí, sí creo, pero de todas maneras hay que avisarles.


               —Mejor los entregamos cerrados.


               —Yo quiero abrirlos —dije con una firmeza que impuso silencio.


               Arranqué el plástico y las cintas que envolvían el cilindro y lo dejé caer al piso.
               Se desenrolló el contenido, y aparecieron unas revistas, sin extenderse del todo.
               Sita había recogido una rama y se acercó.


               —No las toques, Nico, por si acaso.


               —Ni tú tampoco —dijo Norma. Déjame a mí, háganse un poco para atrás.


               —A poco crees que van a explotar —preguntó Claudia incrédula.


               —No —dijo Norma. Pero no sabemos…


               Extendió las revistas con la punta de la rama. Y soltó una carcajada.

               Ahí, en el suelo, se veía una portada con una mujer desnuda. Espectacular. Con

               la rama examinó el resto, y efectivamente eran puras mujeres desnudas.

               —Es pornografía —rió Norma—. Es que los rancheros de por aquí consumen

               mucha. Han de estar aburridísimos…

               Claudia y Sita se asomaron. Parecían curiosas.
   84   85   86   87   88   89   90   91   92   93   94