Page 66 - Diario de guerra del coronel Mejía
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—Porque no.
—Te molestan mucho los otros niños, ¿verdad?
—Algo.
El Coronel recordó que antes de que estrenaran la película del elefante volador
no era así. Antes sí jugaba con algunos niños. Pero tampoco dijo nada. Entonces
llegaron a la puerta de la vecindad y Sofi se metió corriendo a su casa sin
despedirse.
Yo sé que al Coronel le hubiera gustado decirle que la escoltaría a todos los
lugares que ella quisiera, pero no hubo tiempo. Vi en sus ojos que ese calorcito
que sentía dentro no lo había sentido nunca antes. Y por eso, cuando volteó a
mirarme, preferí cerrar los ojos y hacer como si estuviera durmiendo.
Preferí aguantar su castigo que enfrentar su enojo por haberlo pillado con la
mirada tan, cómo decirlo, tan inapropiada en un militar de alto rango.
QUERIDO PONCHO PUNTO MISMO SUEÑO PUNTO AHORA NOS
ATACAN TAMBIÉN LOS PIRATAS PUNTO AMARRADOS AL PALO
MAYOR DEL BARCO PUNTO ESPERO SUGERENCIAS PUNTO TÍO
MANOLO