Page 271 - La vida secreta de Rebecca Paradise

La reina del revés

Por no romper la tradición, me pasé los últimos días de clase antes de Navidad

escondiéndome de alguien.

Claro que no resulta fácil esconderse de alguien que se sienta a dos metros
escasos de tu pupitre y a la que tienes que pedir permiso para ir al baño.

Tampoco creo que Leanne hubiera aceptado que hiciera mis exámenes escondida
en un retrete. Ni siquiera encerrándome con llave.

Yo no sabía si estaba enfadada conmigo, o molesta, o decepcionada, o

simplemente le importaba un pito. Tampoco papá había vuelto a sacar el tema.

Por otro lado, Leanne estaba muy ocupada poniendo y corrigiendo exámenes, de
modo que no tuvo mucho tiempo de mirarnos. Yo, por mi parte, sí tuve tiempo

de ensayar en el espejo mi cara de rincón. De rincón que mira sin pestañear a la
pizarra.

Y por fin, en mi última clase antes de las vacaciones, se cumplió mi deseo de

perderla de vista durante una hora.

A cambio, tuve que pasar aquella hora en un gimnasio inundado con una

profesora enorme y rabiosa a la que nunca le acababan de parecer bien mis
volteretas.

Para entonces, el «huracán Paradise» había amainado un poco. Es cierto que

Sofía ya no era solo la representante de clase y la capitana del equipo de
baloncesto, sino también delegada de curso y candidata a las olimpiadas
escolares. Pero, por lo demás, lo único importante es que otros dos niños se
habían enamorado de ella y que algunos insistían en llamarla «Rebecca» en lugar
de «Sofía». También había perdido algunos amigos. Y es que hasta el hacerlo
todo bien puede traerte problemas.

Pero te decía que acabábamos de entrar en el gimnasio. Aunque las lluvias
habían cesado casi por completo, el lugar tenía peor pinta que nunca. Grandes