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Bases del aprendizaje deportivo. Tema 1 – Características del deportista adolescente y
variables implicadas en el rendimiento deportivo
Los refuerzos: Los refuerzos se utilizan siempre que lo que se busca es premiar una conducta
considerada como “positiva” con el objetivo de que esta se repita en el futuro. Esta conducta
puede ser muy variable: una habilidad técnica que se quiere que obtenga el deportista, una
buena actitud hacia un compañero, el esfuerzo puesto en los entrenamientos, etc.
Existen dos tipos de refuerzos: Refuerzo positivo (o recompensa): Consiste en ofrecer o
presentar algo positivo a una persona cuando hace algo bien, con el objetivo de que esa
conducta se repita en el futuro (un aplauso, trofeo, dinero, tiempo para jugar, una coca-cola…)
y refuerzo negativo: Consiste en retirar un estímulo aversivo (negativo) a un deportista,
cuando hace algo bien, con el objetivo de que esa conducta se repita en el futuro (quitar una
sanción o castigo, levantar una sanción económica, permitirle entrenarse con otros
compañeros, si previamente le sancionamos a entrenar solo…).
En principio los dos serían igual de eficaces, con lo que la elección de uno u otro dependerá de
la situación en que nos encontremos (para poder aplicar un refuerzo negativo tiene que haber
previamente un castigo o algo aversivo que podamos quitar).
Los castigos: Si los refuerzos se utilizaban para premiar una conducta considerada “positiva”,
los castigos servirán precisamente para lo contrario. Así, lo que buscan es castigar una
conducta “negativa”, con el objetivo de que esta no se repita en el futuro. Esta conducta
puede ser muy variable: una falta de respeto al entrenador o a un compañero, falta de
intensidad en los esfuerzos, etc.
Conviene señalar que así como es bueno reforzar una buena ejecución de un
movimiento técnico, no es bueno castigar una mala ejecución. Esto puede provocar que en el
futuro, el deportista, por miedo al castigo en caso de una mala ejecución, evite realizar la
conducta (como tiene miedo al castigo, no prueba cosas técnicas complicadas). Si llegamos a
este punto, la progresión de ese deportista se estancará.
Existen dos tipos de castigos: Castigo positivo: Consiste en ofrecer o presentar algo negativo a
una persona cuando realiza una conducta “negativa”, con el objetivo de que esa conducta no
se repita en el futuro (Un grito, mandarle sentarse en el banquillo). Castigo negativo: Consiste
en retirar un estímulo positivo a un deportista que realiza una conducta “negativa”, con el
objetivo de que esa conducta no se repita en el futuro (quitarle una prima económica o una
beca, no dejarle asistir a una competición que le motive mucho, quitarle los ejercicios que más
le gustan, etc).
Del mismo modo que sucedía en los refuerzos, ambos tipos resultan igual de eficaces,
con lo que la elección de uno u otro dependerá de la situación en que nos encontremos.