Page 201 - Guerra civil
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GUERRA  CIVIL  I


           versario,  sin  descargar  siquiera  los  fardos  de  las  bestias
           de  carga.      3  Mas  cuando  los  contrarios  advirtieron  que
           César había organizado en  forma su cuartel, levantado  sus
           tiendas  de  campaña  y  despachado  a  sus  forrajeros  con
           propósitos de avituallamiento,  de repente se precipitan fue­
           ra,  hacia  la  hora  sexta2  de  aquel  mismo  día, 3  y,  abri­
           gando  la  esperanza  de  una  demora  nuestra  por  el  aleja­
           miento  de  nuestros  jinetes,  comienzan  a  hacer  camino.
           4  Advertida por  César tal  circunstancia,  los persigue con
           sus legiones descansadas,  dejando  algunas cohortes para la
           guarda  de  su  impedimenta;  ordena  que  éstas  lo  sigan
           a la hora décima 4  y que se le reincorporen los  forrajeros y
           los  jinetes.  Con  presteza,  nuestra  caballería  retorna  a  su
           diaria  tarea  sobre  la  marcha.           5  Se  combate  con  saña
           a  la  retaguardia  enemiga  y  muchos  de  sus  soldados  y
           algunos  de  sus  centuriones  resultan  muertos.  El  ejército
           de  César  estaba  materialmente  encima  del  enemigo  y  lo
           amagaba  a  todo  él  entero.



              LXXXI.           1  Ahora  bien,  los adversarios,  entones,  sin
           tener  la  oportunidad  ni  de  buscar  un  sitio  adecuado  para
           su  campamento  ni  la  de  seguir  adelante,  se  detienen,  de
           por  fuerza,  y  establecen  sus  cuarteles  en  un  lugar  muy
           distante  del  agua  y  muy  inadecuado.                 2  Pero  César,
           por los mismos motivos que arriba han quedado expuestos,1
           no  propone  batalla,  ni  consiente  aquel  día  en  armar  las
           tiendas  de  campaña,  a  fin  de  que  los  suyos  estén  mejor
           prevenidos para perseguir a  todos los contrarios, al querer
           escapar  éstos,  ya  de noche,  ya  de  día. 2  3  Los  enemigos,
           advirtiendo  la  inconveniencia  de  su  campamento,  durante
           toda la noche  realizan fortificaciones  y  trasladan  sus ante­
            riores  cuarteles3  a  otros  cuarteles  nuevos.  A  la  mañana
           siguiente, 4  desde  la  alborada,  se  dedican  a  lo  mismo  y
           consumen  todo  el  día  en  tal  empresa.               4  Pero  cuanto
           más  avanzaban  en  su  obra  y  en trasladar  su campamento,
           tanto más  distantes  se encontraban del  agua,  y  proporcio­
           naban así  remedio al mal presente con otros nuevos males.6


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