Page 205 - Guerra civil
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GUERRA  CIVIL  I


           la  huida  a  los  que  resultaran vencidos.  Por  este  motivo,
           César  había  resuelto  resistir  en  el  caso  de  ser  atacado,8
           pero  no  ser  el  primero  en  provocar  el  choque.


              LXXXIII.           1  El  ejército  de  Afranio  constaba  de
           cinco  legiones,1  dispuestas  en  dos  líneas  de  combate; 2
           en  la  tercera  línea,  las  cohortes  alarias 3  permanecían  en
           reserva. 4       2  La  hueste  de  César  constaba  de  tres  es­
           cuadras,5  pero  la  primera  de  ellas  comprendía  cuatro
           cohortes 6  extraídas  de  sus  cinco  legiones;  7  a  éstas  se­
           guían tres cohortes de  refuerzo 8  sacadas también de  cada
           legión, 9  y  en  seguida  otras  tantas,  de  igual  modo  proce­
           dentes  de  sendas legiones;  10  los  arqueros  y los  honderos
           formaban  en  medio  del  ejército,  y  la  caballería  ceñía  sus
           dos  alas.      3  Así  ordenada  cada  hueste,  parecía  corres­
           ponder  al  propósito  particular  de  cada  beligerante:  el  de
           César,  que  era  no  entablar  la  lid  sino  constreñido  a  ello,
           y  el  del  enemigo  que  era  estorbar  las  obras  de  circun­
           valación  de  César.  La  situación,  entonces,  se  prolonga,
           y  ambos  ej ércitos  se  conservan  en  formación 11  hasta  la
           puesta del sol;  12  luego, cada uno  se concentra  en su  cam­
           pamento.        4  Al  día  siguiente,13  César  dispone  concluir
           los  atrincheramientos  empezados;  14  los  enemigos  tratan
           de probar si pueden pasar  por algún vado el  río  Sícoris.15
           Advertida tal tentativa, César hace cruzar el río por ciertos
           germanos  de  armadura  ligera,16  así  como  por  una parte
           de  sus jinetes,  e  instala numerosas patrullas  en  las riberas.


               LXXXIV.           1  Por fin, asediados en todos los aspectos,
           ya  un  cuarto  día  sin  forraje  para  las  bestias  que  habían

           conservado,1  en absoluta indigencia de  agua,  leña y  trigo,
           los  enemigos  solicitan  un  parlamento  y,  si  ello  podía  así
           hacerse, en un  sitio apartado  de los  soldados. 2               2  Cuan­
           do  esto  último  les  fue negado por  César  y  sólo  permitió,
           si  querían  entablar  negociaciones,  que  se  hicieran  en  pú­
            blico,  se  le  entrega  como  rehén  al  hijo  de  Afranio.8


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