Page 203 - Guerra civil
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GUERRA  CIVIL  I

           5  La primera  noche  ninguno  de  ellos  sale  de  su  campa­
           mento  con  el  objeto  de  proveerse  de agua;  al  día  siguien­
           te, 6  dejando  una  guarnición  en  su  cuartel,  sacan  a  todas
           sus  fuerzas  a  efecto  de conseguir  agua,  pero no  se  envía
           a  nadie  a  forrajear.        6  Y  César  prefería  que  se  viesen
           acosados  con estos  martirios  y se  resignasen  a  la obligada
           capitulación, a combatirlos en batalla formal.  Intenta, pues,
           circundarlos  con una  trinchera y un  foso,  para  embarazar
           al  máximo sus  irrupciones  repentinas que  él  juzgaba que,
           necesariamente, tenían que llegar.               7  Ellos,  constreñidos
           por  la  carencia  de  forraje,  y  con  el  propósito  de  estar
           más expeditos  en sus movimientos,  mandan matar a  todos
           sus  animales de  carga.


              LXXXII.           1  En  estas  obras y  ardides  se  pasan  dos
           días;  al  tercero,1  ya  había  avanzado  en  gran  parte  la
           faena  de  César.2  El  enemigo,  con  el  objeto  de  estorbar
           las  fortificaciones  que  quedaban por  hacer,  hacia  la  hora
           nona, 8  dando el toque correspondiente, 4  saca a sus legio­

           nes y coloca junto al campamento a su ejército en formación
           de  batalla.      2  César  retrae  a  sus  legiones  del  trabajo  a
           que estaban consagradas, manda reunir a toda su caballería
           y  dispone también  su  ejército en  formación de batalla;  en
           efecto,  empeñarse  en  rehuir  el  combate  formal,  contra  la
           opinión  de sus  soldados  y  contra el  rumor público,  impli­
           caba  un  serio  desdoro.6             3  Pero  es  que  procedía  de
           acuerdo con las motivaciones ya conocidas 6  para no querer
           entablar  batalla,  y  ello  aún  más  cuando  la  estrechez  del
           campo  de  combate,  aun  entregados  los  adversarios  a  la
            fuga,  no  podía  ayudar  mucho  a  la  victoria  definitiva.
           4  En efecto,  un campamento no  distaba del otro más  allá
            de  dos mil  pies. 7  De  este  trecho,  dos partes  estaban  ocu­
           padas  por  los  dos  ejércitos  formados  en  cuadro  de  con­
           tienda;  la  tercera  quedaba  disponible  para  la  lid  y  el
           choque  de  los  soldados.          5  Si  se  entablaba  la  acción,  la
           proximidad  de  los  cuarteles  daría  pronto  refugio  en


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