Page 36 - Guerra civil
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INTRODUCCIÓN


           der  de  la  lenta  colonización  de  la  ecumene  mediterránea,
           y  la  manumisión  de  los  esclavos  del  no  menos  paulatino
            reparto  de  los  latifundios  en  que  vivían  concentrados.

               En  cuanto  a  la  diferencia  de  capacidad y  calidad  mili­
            tante que  separaba a las  clases  revolucionarias,  ella  debía­
            se al  distinto grado  de conciencia y de  intervención políti­

            ca que en cada una de ellas determinaban las circunstancias
            a  que  se hallaban  condicionadas.

               Así,  las  masas  serviles,  dadas  la  mentalidad  esclava,
            la  incapacidad  legal  y  la  carencia  de  disciplina  de  sus
            contingentes —casi  siempre lanzados, más que por la con­

            vicción,  por  la  desesperación  a  la  revuelta—,  las  masas
            serviles, decimos, quedaban excluidas como clase —ya que
            por excepción no  faltaron miembros  suyos  que individual­

            mente lograran superar su mentalidad clasista— del activo
            militante  revolucionario;  debiéndose  conformar,  de  mo­
            mento,  con  esperar  del  triunfo  de la  causa  revolucionaria

            su  ulterior  liberación,  no  por  mediata  menos  necesaria,
            ni  menos  calculada  como  una  de  las  metas  —la  más  im­
            portante y trascendental,  por cierto— del programa popu­
            lar  antiesclavista.

               Los provinciales,  en cambio,  gracias a la conciencia que

            tenían  de  su  libertad al  menos  de  derecho  —aunque  de
            hecho resultara nugatoria—;  gracias también a  su relativa
            capacidad  legal  teórica,  si  bien  mínima  y  casi  nula  en  la
            práctica;  gracias,  en  fin,  a  sus  posibilidades  de  organi­

            zarse nacionalmente y de propender,  con plena conciencia,
            hacia  cualquier  fin  previsto  —posibilidades  que  se  deri­
            vaban  de  la  identificación  étnica  e  histórica  de  sus  ele­

            mentos—;  merced  a  todo  ello,  en  suma,  los  peregrini  sí
            podían  contar  —en  la  proporción  en  que  poseían  los



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