Page 31 - Guerra civil
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INTRODUCCIÓN
La sortitio provinciarum otorgó a César la propretura
de España. Conociendo la comarca como cuestor, no le fue
difícil la administración provincial: testimonia gran soli
citud por las comunidades que poco a poco se romanizaban;
aplaca sus antagonismos, esforzándose en sustraerlas poco
a poco a los últimos restos de su barbarie; restablece la
concordia de sus clases, mediante prudentes decretos a pro
pósito de las deudas, reinstaurando el progreso económico
e impartiendo una justicia proba. Había revelado en su
gobierno, según Carcopino, algunos de sus rasgos más feli
ces : su piedad por los pobres, su aversión por los hombres
de negocios, su humanidad por los provinciales; aunque
también había manifestado sus peores defectos: un egoísmo
monstruoso y una gran ambición por el poder personal.
Bueno con los dóciles, hizo la vida dura a sus súbditos
rebeldes o simplemente sospechosos. Por leva, alcanza a
ponerse al frente de treinta cohortes, en lugar de las veinte
que constituían su dotación normal. Dirígese con ellas al
Mons Herminius o Sierra Estrella, en la Lusitania, y cons
triñe a los montañeses a trasladarse a la llanura, a viva
fuerza, y a quienes rehúsan los extermina, atacando a los
que se refugian en las islas mediante una flota requisicio
nada en Gades. Sin embargo, desde entonces sus soldados
le demuestran un culto maravilloso, como al general que,
sin pérdidas muy costosas, les procura victorias extraordi
narias : lo saludan con el epíteto de imperator, y César re
gresa a Roma a ratificar con d triunfo tal título que su
rjército le había otorgado, y, precedido por la fama de sus
hazañas, hábilmente engrandecidas por una propaganda
udecuada, y con las arcas llenas de recompensas remunera-
duras; al fin de junio o principios de julio de 60 surge a
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