Page 32 - Guerra civil
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INTRODUCCIÓN


           las  puertas  de  Roma  como  el  hombre  capaz  de  desem­
           brollar su situación inextricable, ya corifeo de la dictadura
           popular.

              Ésta,  o  dictatura  populi,  fue,  por  su  parte,  la  fórmula
           ideológica  y  programática  del  realismo  transformador  re­

           volucionario  de  aquel  tiempo;  la  verdadera  vanguardia,
           por lo demás,  del pensamiento político y  social de su época.
           Sus  dirigentes y simpatizantes  habían  acertado,  en  efecto,

           a  comprender,  tan  detallada como  nítidamente,  la  realidad
           objetiva  a  que  la  conquista  del  mundo  por  Roma  había
           reducido a  la  población  entera  de  la cuenca mediterránea:

           tenían  precisa  noción  de  las  causas  históricas  que  habían
           engendrado  y  determinado  a  la  sociedad  ecuménica  cuyo
           panorama tenían  ante los  ojos,  percatándose  en cabal  for­

           ma de la evolución experimentada por el sistema esclavista,
           al  pasar  éste,  de la  fase  ascendente de  la  ciudad-estado  a
           la fase  crítica  de la metrópoli  imperialista,  cuya  evolución,

           analizada  objetivamente  por  ellos,  entregábales  la  clave
           de la problemática  social de su tiempo, la cual, a  su enten­
           der,  no era  otra que la  contradicción  implícita en los  cam­

           bios  sufridos  por  la  sociedad  de  la  ecumene  frente  al
           anacrónico  estancamiento  de  la  organización  jurídico-po-
           lítica  que seguía regulando  su  existencia:  la  contradicción

           entre  el  progreso  de  la  base  económica  del  sistema  escla­
           vista  y  el anquilosamiento  de  sus superestructuras orgáni­
           cas;  la  contradicción,  en  fin,  entre  las  nuevas  relaciones

           de producción  de la metrópoli imperialista y  el viejo orde­
           namiento  constitucional  de  la  comunidad  autónoma  que

           seguía  todavía  regulándolas.
              Para  estos ideólogos, las  clases preponderantes romanas,

           a partir de  la  conquista del  mundo —que ellas habían diri­



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