Page 39 - Guerra civil
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INTRODUCCIÓN
comicios, por una parte, y los soldados combatientes en las
legiones, por la otra— eran o podían ser, a la vez, corre
lativamente, de un lado el partido político encargado de
acorralar por la vía legal al enemigo de clase dentro del
cerco de las leyes revolucionarias, y de otro lado el vete
rano ejército capaz de aniquilar a las huestes represivas
gubernamentales por la fuerza de las armas, llegado el
caso de la vía violenta: funciones una y otra que hacían
de las muchedumbres cívicas el apoyo más firme con que
podían contar, para la lucha, los contingentes y dirigentes
de la oposición oligárquica.
Por todo lo susodicho, salta a la vista que sólo el popu
lus de los cives desposeídos, sólo el proletariado de la
época podía integrar entonces, entre las clases subordina
das, con la capacidad y eficiencia requeridas, la verda
dera vanguardia militante de la revolución antiesclavista.
Por ello, sus más genuinos y consecuentes representan
tes, en vista de la tremenda potencia represora acumulada
por la reacción para la defensa de su predominio, y a sa
biendas de que ésta sólo podía ser vencida y liquidada en
definitiva por una fuerza superior a la suya en lo demo
ledor y lo aplastante, tuvieron buen cuidado de organizar
al populus en partido político y en hueste militar a un
tiempo; de acopiar el mayor número de reservas materia
les, emprendiendo expediciones punitivas contra los pue
blos bárbaros fronterizos —único medio, tan deplorable
como inevitable para lograr el propósito, premisa sine qua
non, del triunfo de la causa que lo inspira y explica, ya que
no lo justifica—; y una vez cumplimentados tales prepara
tivos y aguardando y aprovechando la ocasión propicia, la
revolución en marcha podía echarse en fin encima de las
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