Page 43 - Guerra civil
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INTRODUCCIÓN
de los ya señalados: tal es la reincorporación de las masas
urbanas —hasta entonces productivamente marginales y
neutras— de la metrópoli imperialista, a la vida econó
mica activa dentro de la nueva sociedad mediterránea, en
que los quirites de las masas cívicas urbanas, señores hasta
entonces tan ociosos como miserables de la capital del
orbe, pasarían al rango, edificante y útil, de agricultores
parvifundistas.
Y finalmente, el programa del gobierno revolucionario
habría también de traer aparejada, según sus ideólogos,
de manera ineludible, una doble consecuencia última: en
primer lugar, la supresión de la principal fuente de la
riqueza y el poder económico de la clase financiera —o
sea, la extorsión fiscal y usuraria de la ecumene some
tida— sobrevendría fatalmente, con la supresión del vasa
llaje provincial; lo que equivaldría a la liquidación defi
nitiva del llamado orden ecuestre, como estrato clasista
indirectamente explotador y preponderante. Y, en segundo
término, la abolición de la agricultura latifundista-escla
vista, como sistema básico de la producción social, im
plicaría también la liquidación clasista de sus beneficiarios
directos, o sea, de los elementos de la oligarquía sena
torial, cuya fuerza coactiva gubernamental habría de pasar
a manos de la población mayoritaria de la ecumene, a
través de sus representantes en el poder: los decewviri
de una Comisión Agraria Ejecutiva, integrada ahora, exclu
sivamente, por portavoces genuinos de la revolución.
Tales eran, en resumen, los postulados ideológicos y
programáticos fundamentales de la dictadura popular, la
doctrina del realismo revolucionario de aquella época; cuya
meta esencial y culminante consistía, sumariamente, en la
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