Page 47 - Guerra civil
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INTRODUCCIÓN

           cuyo  contenido  concernía  a  los  magistrados,  a  los  proma­

           gistrados,  a  sus  delegados,  a  sus agentes,  a los  jueces  y a
           todos  los  cives  que  poseían  una  parte  del  poder  público.
           Anulaba  las donaciones  de más de 10 000  sestercios,  de los

           administrados  a  sus  administradores.  Ordenaba  publicar
           el monto  de los impuestos  en  tres ejemplares:  dos de ellos
           para  otras tantas  ciudades  importantes  de la provincia  en

           cuestión,  y  uno  para  el  Aerarium  de  Roma.  Sustraía  a  la
           usucapio  o  prescripción  positiva,  los  terrenos  usurpados,
           cualquiera  que  fuese  el  tiempo  de  su  posesión.  Y,  en  fin,

            habilitaba  a  las  víctimas  de  la  extorsión  para  reivindicar
           los  bienes  perdidos  al  usurpador,  con  acción  vitalicia
            contra  él.

               A  continuación,  y  a  comienzos  de  marzo  del  59,  César
            propone  una  rogatio  agraria  que,  a  un  tiempo,  contenía

           propósitos  propios  y  apoyaba  los  de  Pompeyo:  la  ley  en
            cuestión  ordenaba  el  reparto  de las  tierras  arables,  exclu­
            yendo  de  dicho reparto al ager  campanus,  en el que preva­

            lecía la  occupatio  de  la  aristocracia.  Prohibía  a  sus  bene­
            ficiarios el enajenar  sus  lotes antes  de pasados veinte años.
            No sólo  se aplicaba  a los veteranos  de  Pompeyo  sino  tam­

            bién a  los proletarios urbanos desocupados de la  metrópoli
            superpoblada.  Aplicaba  el botín  de  Pompeyo a  la  adquisi­
            ción de tierras por repartir. Y para ejecutar  la ley estable­

            cía, contra la  crítica  que  se  le  formulaba  de  “absolutista”,
            la  creación  de  una  Comisión  Agraria  Ejecutiva,  pero  no

            de  diez miembros,  como  los  que  años  antes  sugirió  Rulo,
            sino  de veinte,  excluyéndose  él  mismo  de  su  integración,
            pero incluyendo a Pompeyo  y a  algunos de los  adversarios

            de  éste;  invitó  a  Cicerón  a  integrar  dicho  cuerpo,  pero
            éste  se  rehusó  a  aceptar;  en  cambio,  la  completaban  per-



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