Page 46 - Guerra civil
P. 46

INTRODUCCIÓN

          aureola  misteriosa  y  la  idolatría  de  las  masas:  los  tres,

          gobernando  Cayo  Julio por  sus  patronos invisibles,  serían
          todopoderosos,  y  así  es  como  Carcopinó  concluye  que  “la
          república  no  escapaba  de  la  dictadura  ostensible  de  Pom­

          peyo,  sino  para  caer  en  la  dictadura  clandestina  de
          Pompeyo  y  Craso,  bajo  el  nombre  de  Julio  César.  La
           libertas  romana  expiraba,  bajo  los  golpes  del  poder  per­

           sonal”.
              César  tenía  el  impedimento, para  solicitar  el  consulado,
           de  que  no  podía  entrar  en  la  urbe  antes  de  su  triunfo.

           Solicitado un  permiso, Catón,  a  la sazón  tribuno,  lo niega,
       •  y  César  opta  por  renunciar  a  la  ceremonia  superflua,  y,

           previa  su  candidatura,  resulta  electo  con  el  ultraconserva­
           dor  Marco  Calpurnio Bíbulo,  en  60, para  gestionar la pre­
           sidencia de  la  república  durante  el  año  de  59.  He aquí,  a
           continuación,  los  actos que  caracterizan  su gestión pública

           de  la primera  magistratura.

              Tildado  de  revolucionario,  desmiente  a  sus  enemigos
           al  reafirmar  el  respeto  a  las  tradiciones,  haciendo  funcio­
           nar  una  costumbre  pública  ya  caída  en desuso:  el  que los
           cónsules,  durante  los  meses  alternativos  en  que  uno  de

           ellos  no  gobernaba,  mantuvieran  los  atributos  del  poder,
           haciéndose preceder  de  sus lictores  y  sus  haces;  esto,  que
           parecía en  provecho de Bíbulo, resultó en provecho propio,

           cuando  aquél  se retiró a  su  casa  y no  gobernó ya,  en  pro­
           testa de ser  César su colega.  Da luego la más amplia publi­
           cidad  a  los  acta  senatus,  o  resultado  de  los  debates  de  la

           asamblea senatorial,  asumiendo así un control  de los  sena­
           dores,  mientras fingía  lo  contrario, es  decir, que los  patres
           tuvieran,  para  su  provecho,  un  control.

              Propone  y  hace  aprobar  la  Lex  Julia  de  Repetundis,



                                               XLIV
   41   42   43   44   45   46   47   48   49   50   51